lunes, 28 de enero de 2013

Los amigos de Eddie Coyle


Los amigos de Eddie Coyle
George V. Higgins

Esta semana ha tocado una incursión en la novela negra, que es uno de los géneros que menos frecuento. Parece que este título es uno de sus clásicos y supuso un punto de inflexión en cuanto a estilo. Un libro breve que además, por el modo en que está escrito, pasa como una exhalación ante nuestros ojos.

Nada de descripciones. Nada de disecciones psicológicas. Nada de ponernos en situación. Todo son diálogos. Es una novela completamente cinematográfica, dura, pero también sarcástica, en la que los personajes no dramatizan sus situaciones personales: son consecuentes con sus modos de vida y asumen lo que conllevan.

Para mí, un gran desccubrimiento.

martes, 22 de enero de 2013

Nueva historia universal de la infamia


Nueva historia universal de la infamia
Rhys Hughes

Cuando se publicó este libro huí de él como de la peste. Borges es uno de mis escritores preferidos y siempre me ha parecido que esa orfebrería suya es inimitable. Cuando vi el volumen de Hughes pensé que, si era una imitación, sería penosa, mientras que si se trataba de una broma tendría muy poca gracia.

Años más tarde encontré el libro en una tienda de segunda mano y, por ese precio y estando relacionado con Borges, me dije: adelante; léelo. Y eso he hecho. Y bien que he disfrutado. ¿Es Borges? No. ¿Es una imitación? Puede parecerlo a veces pero solo porque el autor quiere que el libro esté emparentado con el argentino. ¿Es una parodia? Tampoco; en todo caso, Hughes se parodia a sí mismo y a su “borgismo”. Entonces, ¿qué es esto? No está claro. Pero está muy bien escrito y, si se conoce la obra del bonaerense, es también muy divertido (quizá lo sea incluso si no se ha leído al argentino).

Mención especial para “En pos del Libro de Arena”, que relata el destino último de ese libro inimaginable, con un infinito número de páginas, que Borges decidió dejar olvidado en un anaquel de la Biblioteca Nacional. Y una última nota de admiración para el traductor Carlos Gardini, que debió de criar alguna cana vertiendo esto al castellano.

domingo, 13 de enero de 2013

Terra Nova. Antología de CF contemporánea


Terra Nova
Ken Liu, Lola Robles, Erick Mota, Víctor Conde, Juanfran Jiménez, Ian Watson, Teresa Echevarría, Ted Chiang

En la web Terra Nova los inventores de esta iniciativa recogen las peripecias que felizmente condujeron a la existencia de esta colección de relatos. Mi interés principal en el volumen se debe a un relato largo (más de cien páginas) de Ted Chiang que no había sido publicado en castellano, al que se unen otros siete trabajos para completar el libro.

Como cualquier recopilación de relatos, esta también tiene altibajos. No hay en ella ningún cuento que me haya parecido malo, aunque los más discretos no pasan de lo meramente entretenido. A continuación, en nivel de interés, destacaría “Recuerdos de un país zombi” del cubano Erick J. Mota, un relato muy reivindicativo rebosante de humor ácido. Para mi gusto dos de los mejores trabajos de la antología son los firmados por Ken Liu, que aparece con el conmovedor “El zoo de papel”, y por el español Juanfran Jiménez, que está representado por “Cuerpos”, bien escrito y con una trama trepidante.

La parte del león es el relato de Ted Chiang “El ciclo de vida de los objetos de software”. No creo que pueda decepcionar a ningún aficionado al autor estadounidense. Como en los relatos recopilados en “La historia de tu vida”, la factura es irreprochable, racional y contenida incluso en los momentos de mayor agitación emocional; y la exploración del tema elegido (en esta ocasión los mundos virtuales) es concienzuda y original, sin proselitismo ni aspavientos. Un auténtico festín.

Los impulsores del proyecto tienen en mente un segundo volumen de relatos. Esperemos que la suerte les acompañe y puedan seguir adelante.

martes, 8 de enero de 2013

Algo va mal


Algo va mal
Tony Judt

Hay algo profundamente erróneo en la forma en que vivimos hoy. Durante treinta años hemos hecho una virtud de la búsqueda del beneficio material: de hecho, esta búsqueda es lo único que queda de nuestro sentido de un propósito colectivo. Sabemos qué cuestan las cosas, pero no tenemos idea de lo que valen. Ya no nos preguntamos sobre un acto legislativo o un pronunciamiento judicial: ¿es legítimo? ¿Es ecuánime? ¿Va a contribuir a mejorar la sociedad o el mundo?
(…)
No podemos seguir viviendo así. El pequeño crac de 2008 fue un recordatorio de que el capitalismo no regulado es el peor enemigo de sí mismo: más pronto o más tarde está abocado a ser presa de sus propios excesos y acudir al Estado para que lo rescate. Pero si todo lo que hacemos es recoger los pedazos y seguir como antes, nos aguardan crisis mayores durante los años venideros.”

Este es el demoledor comienzo del breve ensayo de Tony Judt en el que, mediante razonamientos apoyados en datos suministrados por organismos internacionales, pone de manifiesto la gran mentira del “liberalismo” salvaje que se ha adueñado de la economía, la política y la sociedad durante las últimas décadas. La privatización del ferrocarril británico; la injerencia desbocada en la vida política del dinero proveniente de los bancos; la falta de ética de los líderes políticos, su ceguera ante los problemas globales y su carencia de argumentos políticos para afrontar los desafíos de la realidad. Todas estas cuestiones son abordadas con lucidez y en todos los casos se proponen alternativas al modus operandi al que nos han acostumbrado.

Cada sección está acompañada por citas como esta de Keynes (oportunísima a día de hoy, cuando los jerarcas del FMI reconocen que han echado mal las cuentas):

Los hombres prácticos, que se consideran exentos de toda influencia intelectual, suelen ser esclavos de algún economista ya caduco. Los orates en el poder, que oyen voces en el aire, extraen su frenesí de algún escritorzuelo académico de hace años. Estoy seguro de que el poder de los intereses creados se ha exagerado enormemente en comparación con la restricción gradual de las ideas.

Un libro valiente, rotundo y necesario que siempre tiene como epicentro a las personas.