lunes, 18 de agosto de 2014

Iris

Iris
Edmundo Paz Soldán

Fue leer la primera página y verme dentro de la película “Black Hawk derribado”, así que quizá mi lectura se ha visto mediatizada por ese hecho. Lo que aquí se cuenta es la ocupación de un planeta para explotar su riqueza minera, empleando a sus habitantes como esclavos. Esto provoca una rebelión de tintes religiosos y es en ese momento en el que se desarrolla la historia.

El libro está dividido en partes, cada una de las cuales se centra en un personaje (un soldado, una médico, el líder espiritual de la rebelión...) y el argumento se construye desde el interior de cada personaje; para el líder de la rebelión se utiliza el mismo recurso pero empleando capítulos muy cortos, por lo que parece que su periplo sucede a mayor velocidad que el de los demás, aunque lo que se nos cuenta de él abarca un período de tiempo mayor.

No hay ninguna idea nueva respecto a otros relatos del género. Sin embargo, es una novela especial y diferente debido al lenguaje que emplea: una mezcla de “spanglish”, términos inventados, palabras utilizadas en su trascripción fonética, frases construidas en un orden diferente al habitual... pero sin perder la inteligibilidad en ningún momento.

En los agradecimientos el autor comenta que la escritura de su novela le llevó tres años y la verdad es que no es de extrañar. Es todo un logro intelectual y además consigue contar una historia interesante y emotiva. Un gran libro.

viernes, 1 de agosto de 2014

Las doradas manzanas del sol

Las doradas manzanas del sol
Ray Bradbury

Una recopilación de Bradbury que entra y sale del catálogo según desee Minotauro (ahora Planeta). El tono de todos los relatos es marca de la casa: lirismo, a veces exacerbado, a veces cursi, a veces acertadísimo, y todo enfocado hacia la exploración de los sentimientos; en particular de la soledad y el aislamiento.

La verdad es que esperaba más de una colección de relatos tan famosa. Me ha gustado especialmente “El niño invisible” (una bruja hace invisible a un niño para que no la deje sola) y “La sirena”, que abre el libro, es sencillamente excepcional: de lo mejor de Bradbury sin lugar a dudas. Lo demás me ha dejado indiferente o aburrido, aunque tiene el valor de estar bien escrito.