miércoles, 25 de febrero de 2015

Baile de locos

Baile de locos
Eduardo Gallego, Guillem Sánchez

Una lectura que procede de las recomendaciones de los foros. Quería leer algo del estilo de la serie “Honor Harrington” de David Weber pero que estuviese más elaborado y así fue como llegué a este “Baile de locos”, que es el décimo libro ambientado en el universo “Unicorp”.

Como no he leído más que este, no sé cómo será el conjunto construido por estos dos autores españoles, pero el libro en concreto me ha decepcionado bastante. Comienza de un modo canónico, como corresponde una libro de ciencia ficción militar, pero rápidamente se nos presenta una sociedad fuertemente religiosa cuya vinculación con el comienzo de la historia se nos va mostrando poco a poco. Al final se enlazan la historia del comienzo con esta secundaria para resolver la trama principal de un modo bastante inesperado.

Hay imaginación y se nota que los autores serían capaces de hacer algo en serio, pero en realidad el libro está hecho en broma; algo que yo desconocía antes de leerlo, por lo que he llevado un buen chasco. Aparte la prosa está plagada de refranes, frases hechas y expresiones corrientes que provocan las desubicación de la narración, haciéndola más próxima a nuestro día a día que a lo que se supone que debería ser.

No más “Unicorp” hasta dentro de una buena temporada... y ya veremos.

Las Vísperas sicilianas

Las Vísperas sicilianas
Steven Runciman

Otro Runciman. Este se encuadra en el estilo de su “primera época” (el mismo que el de sus dos primero libros de la historia de las Cruzadas), en el que suele evitar los temas transversales y se dedica a la narración de los hechos. Por lo tanto es más descriptivo que explicativo.

Pero siendo el autor quien es, la diversión está asegurada. En el prólogo Sir Steven da lo mejor de sí mismo y en unas pocas páginas recorre, con un estilo contenido, elegante y fluido, la historia de Sicilia desde la Antigüedad hasta la época en la que suceden los hechos que va a narrar. Ahí se detiene y comienza el relato detallado de la lucha por la supremacía en Occidente entre los diversos príncipes medievales, el Papado y el emperador alemán. Cruzadas, excomuniones, matrimonios de conveniencia; todo valía para aplastar política o militarmente al enemigo. Finalmente, un príncipe francés, Carlos de Anjou, con el apoyo del Papa, se hace con la corona de Sicilia y eso desencadenará una escalada de acontecimientos que desembocará en las terribles Vísperas, en las que los sicilianos se alzaron contra su rey y pasaron a cuchillo a todos los franceses que encontraron.

Un elegante capítulo final resume con nitidez la historia que ha sido contada detalladamente en los capítulos anteriores y arroja las conclusiones del autor sobre este hecho histórico. El libro cierra con un epílogo sobre Juan de Prócida, supuesto cerebro gris de la conjura internacional que desembocó en las Vísperas, y al que la leyenda sitúa, con más de setenta años de edad, recorriendo el Mediterráneo con diversos disfraces para urdir el complot; Runciman desmonta el vodevil y, sin restar importancia a la labor del Prócida, pone de relieve la importancia del resto de poderes interesados en la caída de Carlos de Anjou (Aragón, Constantinopla...).

Todo un espectáculo de ensayo.

martes, 10 de febrero de 2015

Puerta al verano

Puerta al verano
Robert A. Heinlein

Una clásico del género escrito por uno de los clásicos. Estilo directo, prosa al servicio de la acción, nada de desvaríos y una historia vertiginosa. Como es Heinlein, nos encontramos con su típico toque levemente machista y absolutamente contrario a cualquier control del tipo que sea sobre el individuo, pero en esta ocasión no molesta porque el atractivo del argumento puede con todo lo demás.

El protagonista es, como casi siempre con Heinlein, el héroe emprendedor, de gran capacidad profesional, honesto, un punto ingenuo y siempre positivo y optimista. En este caso nuestro héroe es un genio de la ingeniería cuyo invento le ocasiona multitud de problemas, entre ellos uno relacionado con cuestiones temporales.

Nada de reflexiones sobre paradojas (las que hay son irónicas) y mucho de acción y sentimientos. Una lectura tonificante. Traducción ramplona de la Factoría.

sábado, 7 de febrero de 2015

Mi último suspiro

Mi último suspiro
Luis Buñuel

Buñuel reconoce que no tiene el don de la escritura así que, ya octogenario, en colaboración con su amigo Carrière, se dispone a reconstruir sus memorias. El resultado es un libro deslumbrante, lleno de naturalidad, en el que muchos pasajes parecen completamente fabulosos (y quizá lo sean) y todos salen de las páginas frescos, como si sucedieran en el momento en que se leen.

Una vida trepidante que discurrió entre Madrid, París y México con dos breves interludios norteamericanos. Una vida que llegó al cine de casualidad, después de haber pasado por la facultas de ingeniería y de filosofía y de haber coqueteado con la escritura y en la que transcurrieron quince años alejados de las cámaras entre sus primeras películas y el grueso de su producción (realizado en México).

En todos esos años su inquietud y su talento le permitieron conocer a muchas de las personalidades artísticas más importantes del momento (Lorca, Dalí, Baroja, Unamuno y un larguísimo etcétera). Con Dalí mantuvo una relación especial hasta que el pintor conoció a Gala, a la que Buñuel odiaba por haber transformado a su amigo en un ser egocéntrico obsesionado con el dinero.

Del aspecto profesional de su vida comenta poco. Unas pocas anécdotas, el escaso presupuesto y tiempo de los que disponía para hacer sus películas y poco más. En un momento dado nos cuenta que no le apetece hablar de sus películas, que para eso ya están otros y suelta esta perla:

no creo que una vida pueda confundirse con un trabajo”

La vida de Buñuel mereció la pena ser vivida.