jueves, 9 de julio de 2015

Legado de cenizas

Legado de cenizas
Tim Weiner

Tim Weiner, ganador de un Pullitzer, es un reputado especialista en temas políticos. Además de ese aliciente, el libro me atrajo porque era la primera vez que se acometía una historia de la CIA empleando, además de testimonios y entrevistas (más de 800 hizo el autor para preparar el libro), documentos desclasificados.

Sin embargo, la lectura se me ha hecho muy pesada. Lo que cuenta, que seguramente es cierto, en ocasiones parece una película que parodie el mundo del espionaje. La agencia se creó a empellones, en muchas ocasiones desobedeció las órdenes presidenciales, padece una tendencia crónica a la centrifugación, con diferentes facciones actuando por su cuenta y riesgo y parece que nunca ha contado con personal verdaderamente cualificado; especialmente cuando tuvo que medirse a la URSS y a China.

Además de esta sensación casi permanente de irrealidad (que seguramente se aproxime mucho más a los hechos que cualquier película o novela conocidas), el estilo fuertemente periodístico del texto le da un carácter demasiado superficial, casi de tertulia televisiva, al citar gran cantidad de chascarrillos que tienen más que ver con rencillas personales que con el funcionamiento de la CIA.

Ha sido una lectura muy pesada que no ha compensado hacer.

miércoles, 8 de julio de 2015

Legión y El alma del Emperador

Legión y El alma del Emperador
Brandon Sanderson

Dos novelas cortas del prolífico Sanderson. Aquí fija su imaginación más que en esas sagas de miles de páginas que le ha dado por escribir, así que la narración es más concentrada y la idea central de cada relato está mejor explotada.

Legión es un genio esquizofrénico que combate su prodigiosa brillantez escindiéndose en diferentes personalidades a las que convoca según qué rama del conocimiento humano requiera la ocasión. La fabricación y el robo posterior de una cámara de fotos capaz de fotografiar hechos pretéritos sucedidos en el lugar en que se haga la foto llevarán a nuestro héroe a una nueva aventura. Mucho humor y acción trepidante.

El alma del emperador” es fascinante. La idea de partida es la de una falsificadora capaz de copiar, reconstruir o fabricar objetos mediante el estudio de su historia pasada. El estado catatónico del emperador obligará a su consejo privado a intentar copiar su alma para evitar que las facciones rivales se hagan con el poder. Preciosa la descripción de los sellos que fabrica la falsificadora para crear sus copias y el tira y afloja con los grandes del reino, que necesitan su ayuda pero consideran sus prácticas abominables.

domingo, 5 de julio de 2015

Estación de tormentas

Estación de tormentas
Andrzej Sapkowski

Una precuela del Lobo Blanco, del brujo Geralt de Rivia. Sale Jaskier, salen monstruos, hay un robo misterioso, el Capítulo de Hechiceros urde sus tramas políticas, una hechicera juega su propio juego... y todo en la prosa cuidada y con auténtico sabor del orfebre polaco.

El libro tiene un tono aventurero más marcado que la saga principal, con muchos guiños a sí mismo y en dos breves pinceladas termina contado como un cuento dentro de su propio cuento. Una gozada.

miércoles, 1 de julio de 2015

El plantador de tabaco

El plantador de tabaco
John Barth

He estado mucho tiempo dudando si leer o no esta novela. Un autor de los que están recuperando editoriales pequeñas (Gaddis, Mumford, etc.), desconocido para mí, que parecía más importante por su labor científica que por la artística y además una novela-tocho de más de mil páginas.

Al final ha podido el morbo y me he puesto a ello. La novela va de la vida Ebenezer Cooke, que además de cándido hoy día sería considerado un friki, cuando a finales del siglo XVIII es obligado por su padre a hacerse cargo de la plantación de tabaco propiedad de la familia en el Nuevo Mundo. Lenguaje dieciochesco, tono desenfadado y buen humor para una especie de Tristram Shandy rebajado de quilates.

No sé qué intenciones tendría John Barth cuando la escribió pero leída ahora mismo es nada más y nada menos que una novela muy entretenida y muy bien hecha con la que se recupera el placer de la lectura sin más. De lo que no estoy seguro es de que haya merecido la pena el tiempo empleado en recorrer sus más de mil páginas. Aunque quizá sí; no todo tiene que ser útil.