domingo, 9 de agosto de 2015

Isla

Isla
Alistair MacLeod

Dieciséis relatos, publicados originalmente en dos libros, y la novela “Sangre de mi sangre” son toda la obra literaria del canadiense, fallecido el año pasado, Alistair MacLeod. Otro escritor desconocido (al menos en España) capaz de pintar lo que desea con su arte.

Todos los relatos están relacionados con el mar, el trabajo con los animales y los vínculos familiares. Todos hablan de canadienses descendientes de escoceses que siguen hablando gaélico y recordando a sus antepasados en un mundo en el que hay radios, televisores y automóviles. En cierto modo es como si MacLeod hubiera proyectado su progresión vital en los cuentos: los primeros tienen como protagonistas a niños y hombres jóvenes y los últimos a ancianos. En todos prevalecen la melancolía y la sensación de raíces perdidas. El titulado “Visión” me ha parecido el más diferente, narrado como varios cuentos unos dentro de otros que en realidad forman una única historia.

Un libro extraordinario, obra de un autor de primera fila que vete a saber por qué es casi un desconocido fuera de Canadá.

domingo, 2 de agosto de 2015

Tormenta de espadas

Tormenta de espadas
George R. R. Martin

Otra entrega de los Siete Reinos. En esta ocasión hay degollina a mansalva [SPOILERS ON]: mueren Robb (en la boda de su tío Edmure, en una encerrona de los Frey), Joffrey (envenenado ¿por Meñique? ¿por la mariarca Espina?) y Tywin Lannister (asaeteado por Tyrion). El ataque de los salvajes contra el Muro queda desarticulado (al menos de momento) por Stannis, que socorre a la Guardia a petición de Davos y Jon queda como Comandante del Muro elegido por sus hermanos. De Rikkon no sabemos nada más y Brad va hacia algún lugar cuyo propósito está vinculado a la destrucción de los Otros. Arya se libra del Perro y tampoco sabemos hacia dónde va. Daenerys va consolidando su poder en el Este. [SPOILERS OFF]

En este tercer libro he tenido una cierta sensación de parálisis. Sigue siendo entretenido y absorbente pero empieza a perderse el sentido de finalidad; queda la sospecha de que las muertes y giros argumentales son más bien trucos y que Martin pretende dar un campanazo en cada libro eliminando personajes que parecían intocables. Lo hace muy bien porque todo es inesperado y despierta el deseo de leer más, pero no sé si al final eso perjudicará la coherencia de la historia.

En cualquier caso, hay que seguir leyendo.