lunes, 30 de noviembre de 2015

Sobre la brevedad de la vida, el ocio y la felicidad

Sobre la brevedad de la vida, el ocio y la felicidad
Lucio Anneo Séneca

La mayor parte de los mortales, Paulino, se queja de la malevolencia de la naturaleza porque nos engendra para un período escaso, y ese tiempo concedido se nos pasa tan rápido y veloz que, exceptuando a muy pocos, al resto le abandona la vida durante los propios preparativos de la vida. De esa desgracia tenida por común no sólo se queja la gente y el vulgo ignorante; también su sentimiento ha suscitado las lamentaciones de los hombres esclarecidos. De ahí esa exclamación del mayor de los médicos: “La vida es breve y el arte larga”. De ahí el litigio, impropio de un hombre sabio, del exigente Aristóteles contra la naturaleza: “Por ser tan concesiva en la edad de los animales, que les asigna hasta cinco o diez generaciones, y al hombre, nacido para tantas y tan grandes cosas, le señala un término mucho más corto”. No tenemos poco tiempo, sino que perdemos mucho. La vida es lo bastante larga y, si toda ella se invierte bien, se concede con la amplitud necesaria para la consecución de la mayor parte de las cosas. Pero si transcurre entre exceso y negligencia, y no se emplea en nada bueno, sólo cuando nos oprime la última hora sentimos que se va lo que no comprendimos que pasaba. Lo que significa que no recibimos una vida breve, sino que la abreviamos; y que no somos indigentes de vida, sino derrochadores. Así como riquezas abundantes y propias de un rey, si caen en mal dueño, al momento se disipan, y una fortuna módica, si la lleva un buen gestor, crece al usarla, así nuestro tiempo de vida rinde mucho a quien lo administra bien.

Y todo es así. A la riqueza del contenido le acompaña la riqueza de la expresión pero presentada con elegancia y discreción, casi como si no estuviera. Proporciona el placer de leer sin que apreciemos ningún esfuerzo: es tan fresca hoy como debió serlo cuando se escribió hace dos mil años. Por eso es un clásico y también un placer.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El libro de los seres imaginarios

El libro de los seres imaginarios
Jorge Luis Borges

Con el primer sueldo cayeron los cuatro tomos de la edición de Emecé con toda la obra de Borges. Como aquello no fue barato dejé de lado los dos volúmenes con la obra escrita en colaboración... que es donde estaba este libro escrito junto a Margarita Guerrero.

El unicornio, la arpía, la quimera, el minotauro, seres de Oriente y Occidente, conocidos o ignotos, del pasado o de épocas más recientes, glosados por autores de la Antigüedad o de siglos más próximos. Todo escogido, hilvanado y coloreado por el talento colosal del argentino para la cita, el adjetivo y la construcción insuperable del lenguaje.

Una fiesta para la inteligencia.

viernes, 20 de noviembre de 2015

A la deriva en un mar de lluvias

A la deriva en un mar de lluvias
Varios autores

Nueva entrega de Terra Nova. En esta ocasión un libro de relatos que recoge narraciones galardonadas con los principales premios del género.

La señora astronauta de Marte” de Mary Robinette Kowall es entrañable. Una mujer mayor y su marido, enfermo terminal, ambos pioneros de la exploración marciana, ven la opción de volver a su antiguo trabajo.

El siempre emotivo Ken Liu firma “Algoritmos para el amor” en el que la protagonista diseña una inteligencia artificial y termina consumida por la duda: ¿somos los seres humano tan solo androides sofisticados?

Frigonovia” de Will McIntosh es el más inquietante: las aseguradoras incluyen una póliza para criogenizar personas fallecidas que quedan a la espera de un pretendiente que pague por descongelarlas.

El breve “Regreso a casa” Mitxe Resnick enfrenta con un humor socarrón y sensible a un padre con su único hijo, que decidió convertirse en alienígena y abandonar a la familia.

La verdad de los hechos, la verdad del corazón” del genial Ted Chiang son palabras mayores. Mi preferido de esta antología. El relato trenza dos tramas; en una de ellas se nos describe una sociedad en la que cada persona se puede implantar un videolog que graba permanentemente su vida, de forma que se puede buscar cualquier recuerdo en las grabaciones; en la otra una tribu recibe a un misionero europeo y un chaval aprende a escribir y llevar registro de los sucesos de la aldea. Sobre estas dos ideas Chiang explora el impacto de la escritura, la lectura y cualquier otra herramienta en la elaboración de los recuerdos y de nuestra idea del yo.

Si fueras un dinosaurio, amor mío” de Rachel Suirsky, muy breve y muy original en su forma ya que plantea una serie de proposiciones condicionales que describen situaciones fantásticas y que finalmente, en una secuencia lógica, conducen al verdadero contenido de la historia.

En “La Amaryllis” Carrie Vaughan describe una ucronía (la Tierra está devastada, faltan alimentos y se ha impuesto un estricto control de la natalidad) que es solo un paisaje para hablar de la superación y la solidaridad. Emocionante y muy bien escrito.

Cierra la colección “A la deriva en el mar de lluvias” de Ian Sales también sensacional. Una expedición militar a la luna queda aislada después de una guerra nuclear; un artefacto nazi les permite alterar su situación y finalmente la irracionalidad del ser humano conduce a un final amargo.

Gran volumen de los héroes de Terra Nova. Brillante.

lunes, 16 de noviembre de 2015

De cine

De cine
Budd Schulberg

El padre de Budd Schulberg fue uno de aquellos pioneros que fundaron Hollywood oponiéndose al monopolio de Edison, cambiando el concepto de grabar imágenes y, en definitiva, inventando el cine tal y como lo conocemos hoy día. Fue también uno de los muchos que llegaron, triunfaron y fueron devorados por los tiburones y por su propio estilo de vida. Budd fue testigo privilegiado de todo aquello y posteriormente protagonista de muchos de los sucesos del Hollywood dorado.

A pesar del tono dinámico de la narración y del ritmo trepidante, al final se me ha hecho cuesta arriba terminarlo; quizá porque no hay ningún cambio de estilo en las más de seiscientas páginas y porque muchas de las anécdotas están contadas de forma que uno no termina de saber si así fue como sucedieron, si es como Budd habría querido que sucedieran o si, simple y llanamente, se las está inventando.

martes, 10 de noviembre de 2015

Apaches

Apaches
Oakley Hall

Última novela de Oakley con algún anacronismo en la traducción (en un momento dado un personaje describe a otro como meapilas) pero por lo demás gran edición de Galaxia, como suele ser habitual.

El título me hacía pensar en otro tipo de argumento pero en realidad los apaches solo forman parte de una de las tramas; esta novela es más compleja que sus predecesoras, con más personajes y tramas que se superponen (los apaches y el teniente Cutler, los conflictos en el ejército, la corrupción con los indios como víctimas, la inadaptación de los propios indios al mundo en que viven y las consecuencias de dicha corrupción enfrentando a las distintas facciones del lugar).

Aunque está bien escrita y bien construida, me ha parecido más endeble que las anteriores. Es como si Oakley fuese más eficaz en los momentos de acción y aquí la acción está muy diluida. En cualquier caso, una buena lectura.

sábado, 7 de noviembre de 2015

La Rosa Blanca

La Rosa Blanca
Glen Cook

Tras la traición en Enebro la compañía se pasa al lado rebelde y se refugia en la Llanura del Cambio. La narración tiene dos hilos; por una parte las observaciones de Matasanos y por otra una serie de cartas sin remitente dirigidas a él que describen los intentos de dos hechiceros para penetrar en el Túmulo y acabar con el Dominador (que no fue destruido en Enebro). El alzamiento del Dominador obliga a una alianza entre la Rosa y la Dama, que logran triunfar a costa de perder sus poderes. La reaparición de Cuervo y la decisión de Matasanos de dirigirse a Kathovar con los maltrechos restos de la casi disuelta compañía para depositar allí los Anales, cierran la novela y también esta especie de ciclo argumental desarrollado en las dos novelas anteriores.

Muy entretenida y sirve para ir haciendo boca a la espera del octavo de Malaz.