viernes, 20 de mayo de 2016

Delfos



Delfos
Michael Scott

Conócete a ti mismo”. “Nada en exceso”. Una misteriosa “E” en el templo de Apolo cuyo significado no ha sabido desentrañar nadie. El trance de la pitia para ver en el tiempo futuro. Las respuestas ambiguas, más enfocadas a provocar el debate que a indicar un camino.

Un recorrido fascinante por la historia del oráculo de oráculos, tan legendario que hasta su origen se perdió en la leyenda para los pobladores de la antigua Grecia. Nadie sabe cuándo surgió exactamente ni por qué ni a qué se debió su enorme prestigio. Durante gran parte de su existencia no fue regido por ninguna polis y Roma, que malinterpretó el significado de la Anfictionia (a la que confundió con una especie de senado de todos los griegos), lo trató con deferencia. La llegada del cristianismo y la proscripción de los cultos paganos iniciaron el declive y el lugar fue enterrándose en el olvido y en la tierra, llegando a mezclarse durante un tiempo las construcciones consagradas a los antiguos dioses con las humildes casas del poblado de Castri para finalmente quedar cubierto y casi olvidado.

Hasta que la Europa de la Ilustración comenzó a interesarse por la Antigüedad. Entonces llegaron los primeros viajes, las primeras excavaciones, los primeros ensayos. Y el interés desembocó en el colosal proyecto de excavación francés de finales del XIX que supuso el traslado de los habitantes de Castri para que Delfos viera de nuevo la luz.

Y allí sigue hoy día, donde recibe dos millones de visitantes al año aunque ya nadie pregunte nada a la pitia.




domingo, 1 de mayo de 2016

La máquina del tiempo y otros relatos

La máquina del tiempo y otros relatos
H. G. Wells

Otro de los que llevaban años esperando en la pila. Para ser una edición de Valdemar ha resultado tener más erratas de las esperables. Quizá cuando la editaron hace ya quince años aún no habían pulido la maquinaria.

Me he saltado “La máquina del tiempo” y he ido directamente a los relatos, que esperaba con muchas ganas. En general me han parecido peores los contenidos en “La historia de Plattner y otras narraciones”; en primer lugar porque cualquier aficionado actual al género puede prever el final de algunos de ellos, aunque imagino que para los contemporáneos de Wells muchos debieron de ser sorprendentes (¿qué pensó el que leyó “La historia del difunto señor Elvesham” cuando se publicó?); y en segundo lugar porque los menos imaginativos son bastante sosos y la prosa de Wells, que es más eficaz que bella, no ayuda a sobrellevarlos. En esta serie de relatos me ha descolocado “El cono”, que trata sobre un adulterio y está completamente alejado de los demás.

Los mejores, por la historia que contienen y por cómo están narrados, son los agrupados junto al viajero temporal. Ahí están las temibles hormigas constructoras de imperios, el traje mágico, la puerta que se abre en el muro de algunas vidas o el terrible país de los ciegos.