domingo, 25 de diciembre de 2016

Narrentum

Narrentum
Andrzej Sapkowski

Luengos años esperando comenzar aquesta lectura, pues la falta de dineros de los editores y lo prolijo de verter el polaco al castellano han dilatado la empresa desde 2009, cuando saliera esta primera parte, hasta este año, que no ha sido el del Juicio Final pero podría ser el último antes de que suenen las trompetas y se rompan los sellos, en el que hemos podido ver en tinta sobre el papel la conclusión del tercer volumen. Y yo, escarmentado después de muchos entuertos, ya no emprendo lecturas hasta no disponer de todos los libros que las conforman.

La salacidad de Reinmar de Bielau lo desliza al pecado, que él confunde con amor, lo que desencadena desgracias y tristes sucesos por los que deberá de huir de Silesia en una peripecia que lo pondrá en conocimiento de otros muchos personajes, así como de hechos sobrenaturales, y lo llevará al epicentro político de la época: la revuelta de esos herejes husitas en Bohemia, gente levantisca y violenta que pone en solfa la infalibilidad del católico Papa y de toda la cristiana Iglesia. Una sabrosa peripecia que queda en suspenso a la espera de lo que acontezca en los otros dos libros.

Y no he de olvidar felicitar a Faraldo, que ha sido el escribiente traductor y que pareciere el mismísimo autor de la obra, tal es la frescura y la naturalidad con que se lee lo que él ha traducido, que a veces hasta parece que mejore al original. Que una vez leídas un par de páginas del tercer volumen, traducido por un escribiente distinto, a fe mía que parece se hayan perdido el sabor y el color y que el tal Sapkowski de repente suena como un cualquiera y no como el astuto artesano desta primera parte.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Campo de deshonor

Campo de deshonor
David Weber

Cuarta entrega de la saga Harrington. Con los havenitas fuera de juego sumidos en una purga interna, la trama se centra en el enfrentamiento entre nuestra heroína y su Némesis Pavel Young con las intrigas políticas manticorianas de fondo.

En resumen, ni una sola batalla espacial, que es donde Weber da lo mejor de sí mismo. Es el libro más aburrido de la saga de los que llevo leídos. Y encima traducción cutre a más no poder.

viernes, 16 de diciembre de 2016

La sexta extinción

La sexta extinción
Elizabeth Kolbert

A estas alturas todos, salvo Trump y el primo de Rajoy, somos bastante conscientes del enorme impacto que la actividad humana tiene sobre todos los ecosistemas terrestres. Lo que comenzó siendo, ya en el Paleolítico, la eliminación a través de la caza de grandes mamíferos terrestres con bajas tasas de reproducción, ha desembocado en una alteración severa a gran escala de todos los biotopos terrestres, incluidos los que parecían inmunes a cualquier tipo de intervención, como los océanos o la propia atmósfera.

El libro de Kolbert es un recorrido a través de los fenómenos relacionados con la extinción de las especies usando una serie de ejemplos escogidos. La narración se construye desde el viaje de la investigadora a diferentes lugares relacionados con el caso descrito, alternando en la explicación los datos históricos, los testimonios de investigadores y la propia peripecia de la autora.

La claridad y el gran ritmo narrativo hacen que el libro se lea hasta con ligereza, a pesar de lo tenebroso del asunto. Parece que poco a poco (aunque cada vez más rápido) nos encaminamos a un mundo menos diverso, más pobre biológicamente y con muy pocas opciones de vuelta atrás. Gran parte de los problemas relacionados con la alteración del medio ambiente no comenzaron a estudiarse hasta década de los sesenta del siglo pasado y aún tuvieron que transcurrir décadas hasta que se adoptaron medidas encaminadas a limitar el impacto de la actividad humana. Parece que nos hemos dado cuenta demasiado tarde.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Cecil

Cecil
Manuel Mujica Lainez

Una obra menor en extensión respecto a otras del autor, enfocada hacia dentro, en la que la mirada del lebrel inglés regalado le sirve al argentino para verse a sí mismo desde fuera, con un elevado grado de ironía y humor y yo diría que hasta resignación ante los defectos que percibe en sí mismo.

Interesante, tierna, reveladora de ciertos aspectos del escritor y, como no podía ser menos, escrita en un español primoroso.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Hitler (1889-1936)

Hitler (1889-1936)
Ian Kershaw

Primer tomo de la monumental obra de Kershaw, historiador medievalista a quien se encargó en 1989 la ejecución de un estudio sobre el dictador que clarificara el confuso panorama biográfico disponible sobre el tema. Diez años de trabajo le llevaron a Kershaw ejecutar el encargo, como él mismo cuenta en su reflexión inicial sobre el personaje, escrutando una jungla de testimonios, biografías, tesis, artículos y documentos de todo tipo en los que se mezclaban realidad, ficción, deseos y juicios de valor.

Lo más interesante del planteamiento de Kershaw es que no se limita a aportar una catarata de datos (que la hay, minuciosamente respaldada por bibliografía y fuentes consultadas), sino que encuadra al personaje en su tiempo y en su sociedad. El don nadie sin ninguna cualificación profesional que prefería el ensueño a la realización de los planes, que llegó a vivir en la indigencia y a quien quizá salvó de un final anticipado la Primera Guerra Mundial, durante la cual tuvo un comportamiento de fanática fidelidad que no escapó a la observación de los mandos. El final del conflicto fue un trauma para el ya no tan joven Hitler, que como en ocasiones anteriores se apresuró a pergeñar una explicación que pudiera justificar la derrota aunque para ello tuviera que prescindir de los hechos.

Ante las nulas perspectivas profesionales, fue su obsesión en permanecer en el ejército lo que lo condujo a la que sería su ocupación definitiva: en su deseo de purgar a las tropas de la influencia del comunismo, el ejército emprendió una campaña de charlas educativas para las cuales se eligió, entre otros, a Hitler, que ya había mostrado un talento natural para hablar en público durante el último año de conflicto en arengas improvisadas a sus compañeros.

La enorme agitación del momento y el florecimiento de células comunistas y nacionalistas que amenazaban con disolver el orden social condujeron al aún intrascendente Hitler a su siguiente misión en el ejército: infiltrarse en las charlas de los partidos nacionalistas de Munich e informar del contenido de las mismas. Sin embargo, la congruencia de “pensamiento” y objetivos terminaron por llevar a nuestro hombre a formar parte de la estructura de uno de aquellos partidos.

Es sorprendente cómo alguien cuyos únicos talentos fueron la propaganda, la elección del momento y la agitación pudo llegar tan lejos. Hasta la misma cancillería, con resonantes triunfos diplomáticos internacionales. Todo gracias al azar, a aciertos personales, a errores de bulto de sus adversarios políticos y, en definitiva, a que nadie tuvo la determinación real de enfrentarse a él y a la pasividad general de una población más preocupada por poder comer.

En la página 458 hay un escalofriante comentario de Kershaw que se ajusta como un guante a aquellos años y también a los presentes:

Hay ocasiones (que señalan el punto de peligro para un sistema político) en que los políticos nos son capaces ya de comunicar, en que dejan de comprender el lenguaje del pueblo al que supuestamente representan”

No parece que hayamos aprendido mucho desde aquellos negros años treinta. El final del volumen nos deja en 1936, con Alemania hundida en la recesión, con Hitler salvado de la contestación general gracias a la ocupación de Renania ante la apatía del resto de naciones y con la promulgación de las siniestras leyes de sangre que segregaban a los judíos por primera vez de forma oficial del resto de la sociedad.