martes, 30 de mayo de 2017

Doblan por los mastines

Doblan por los mastines
Steven Erikson

¡Vuelve Malaz! Ediciones B, con gran ojo, se ha lanzado a rescatar del catálogo de la Factoría de ideas las sagas y autores más atractivos y a pescar los grandes nombres de la ciencia ficción actual que no se publicaban en castellano (Liu Cixin a la cabeza). Como todo dura cada vez menos, Mondadori acaba de adquirir la editorial así que ya veremos si todo sigue como hasta ahora (bien) o sucede como con Minotauro tras comprarla Planeta, que a efectos prácticos fue la liquidación del veterano sello.

Pero de momento aquí tenemos el octavo de Malaz, que sigue los pasos del Séptimo y va reuniendo pedazos de la historia y poniendo en contacto a personajes que hasta ahora habían funcionado de forma autónoma. Conserva el atractivo de todos los Malaz, con sus misterios y su visión colosal de todos los sucesos y además hay alguna revelación jugosa (como el origen de las Casas de Azath y de los Mastines). Sin embargo, el enfoque humorístico de muchos pasajes es poco eficaz (lejos de mi admirado Bicho) y quizá haya un exceso de reflexiones que hacen que la historia sea menos dinámica. También me parece que se repite demasiado el recurso de iniciar y terminar capítulos con una larga elipsis en la que se esboza el recorrido de alguno de los hilos sin citarlos expresamente; son muchas páginas y ese tipo de recursos necesita de variedad para no caer en la sensación de repetición.

Los dos últimos capítulos, con una acción endemoniada a escala gigantesca, son harina de otro costal; evocan auténtico y genuino sentido de la maravilla. Un gran logro de Erikson, que no sé cómo se las habrá arreglado para que el Décimo, que abrocha toda la historia, esté a la altura como clímax.

Deseando ya que llegue el Noveno.

domingo, 21 de mayo de 2017

El corazón de las tinieblas. Materia y energía oscuras

El corazón de las tinieblas. Materia y energía oscuras
Jeremiah P. Ostriker, Simon MItton

Un recorrido histórico acerca de nuestra visión del cosmos. En el prefacio se resumen las aproximaciones de la Antigüedad y de los grandes pensadores de la ciencia tal y como la concebimos actualmente (Copérnico, Galileo, Newton) y, a partir de ahí, el libro desarrolla el pensamiento relativista y todas las vueltas de tuerca que ha tenido a lo largo del siglo XX.

Nuestra posición en el universo, cómo está estructurado y por qué, de qué está hecho, ¿crece, decrece o es estacionario? Todas estas preguntas están tratadas y sorprende cómo algunas tardaron tanto en plantearse o cómo fueron abordadas en el vertiginoso comienzo del siglo pasado y luego olvidadas hasta la década de los setenta.

El penúltimo capítulo resume y ordena todo el material expuesto en los anteriores y el último plantea las dudas y limitaciones de las teorías conocidas. Un viaje a lo profundo, a la raíz, al corazón de las tinieblas.

“La cuestión del origen de la estructura [del universo] no empezó a ser considerada con seriedad hasta la década de 1970. Los trabajos para entender tanto los detalles más nimios como la dinámica global del universo nos llevaron a darnos cuenta de que los elementos químicos ordinarios de nuestro mundo visible no eran más que una pequeña parte de la materia y la energía del universo. El componente dominante que tiraba de las distintas partes a través de la gravedad era la materia oscura, que no interactuaba con la materia ordinaria salvo gravitatoriamente y existía dentro de las galaxias normales y alrededor de ellas. Finalmente, descubrimos que existía otro componente misterioso, la energía oscura, que se oponía a la gravedad y que, según se vio, alejaba unas galaxias de otras con intensidad creciente al aumentar la separación entre ellas. En términos de abundancia de materia-energía, la energía oscura supera abrumadoramente a la materia gravitante en una proporción de 3:1 y, dentro de la materia gravitante, el componente oscuro supera a los elementos químicos normales en una proporción 5:1”
(pg. 244)

sábado, 6 de mayo de 2017

Goya

Goya
Robert Hughes

Polémico, desinhibido en cualquiera de sus opiniones, mordaz en sus críticas, refractario al arte posmoderno, pero también informadísimo, culto y propietario de una prosa suntuosa y de una precisión deslumbrante cuando describe la pintura. Un terrible accidente de tráfico lo tuvo sometido a más de una decena de operaciones durante todo un año y en los sueños de esas noches se le aparecían los grabados de Goya, lo que le condujo a escribir este libro.

Siendo Hughes como era, el libro no es únicamente sobre Goya; también hay incursiones en fragmentos de la historia de España en los que el autor expresa su punto de vista subjetivo sin cortapisas. Es quizá la parte más discutible del ensayo porque no aporta datos (tampoco es el objetivo del libro) pero aun así gusta leerlas.

En cualquier caso, el grueso del volumen recorre la vida de nuestro aragonés, que llegó al deseado puesto de pintor de la corte de Carlos III cuando se acercaba a los cuarenta (casi en la ancianidad para lo habitual en aquella época) y a partir de ahí desarrolló una de las carreras artísticas más personales y fascinantes de la historia del arte. A pesar de lo cual, a su muerte su nombre casi desapareció del mapa de la pintura y algunos de sus cuadros y grabados más importantes ni siquiera habían sido expuestos nunca (los sucesos del 2 y el 3 de mayo, los Desastres, los Caprichos). Afortunadamente el entusiasmo de historiadores franceses sacó a la luz su obra, si bien aplicando un sesgo romántico a su biografía que no era demasiado veraz pero que, para los que no somos aficionados a la pintura, ha persistido hasta hoy.

El libro de Hughes aclara malentendidos, sitúa al autor en su época (lo que confiere más mérito aún a su pintura) y, sobre todo, sumerge en la obra de Goya y hace que disfrutemos leyendo sobre ella. Un imprescindible.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Los náufragos del Batavia

Los náufragos del "Batavia"
Simon Leys

En 1629 el carguero holandés Batavia naufragó frente a la costa australiana en su travesía hacia Java. La heterogénea tripulación, la animadversión entre el sobrecargo y el delegado de la Compañía de Indias y la presencia en el pasaje de un enigmático boticario desencadenaron, una vez naufragado el barco, un apocalipsis de violencia sistemática que estremeció a la propia sociedad de la época dando lugar a sentencias y ejecuciones igualmente salvajes.

Nos cuenta Leys que pensó escribir un libro sobre el suceso durante años pero que fue postergando la tarea y finalmente se le adelantaron; pero había reunido tal cantidad de material y leído tanto que finalmente no se resignó a callar y publicó este breve ensayo. El libro inicial habría sido más prolijo, pero quizá la concisión a la que se obligó en este libro le haya otorgado más eficacia. Muy interesante… y estremecedor.

lunes, 1 de mayo de 2017

El secreto de Joe Gould

El secreto de Joe Gould
Joseph Mitchell

En 1942 se publican en el New Yorker las andanzas del bohemio, iconoclasta y mordaz Joe Gould, que abandonó su vida para embarcarse en la escritura de la desaforada Historia oral, una historia de las conversaciones cotidianas de las gentes del Village neoyorquino que abarca millones de palabras y decenas de cuadernos llenos de anotaciones y artículos; un empeño propio de un Gibbon del siglo XX.

Veinte años después, ya fallecido Gould, el mismo periodista decide volver sobre aquel hombre, al que se llegó a conocer como el Profesor Gaviota, para revelar lo que llegó a saber de él y cómo logró saberlo.

Y eso es todo. Este libro recoge esos dos artículos. Cuando se escribe bien, escribir parece fácil y las historias fluyen y te envuelven y te da pena que terminen.