Confesiones de un pirata
Gene Wolfe
Un Wolfe casi convencional, lo
que es una auténtica rareza. El brochazo inicial traslada al protagonista del
mundo contemporáneo, con radios coches y carreteras asfaltadas, al de los
galeones españoles cargados de oro que viajaban desde Veracruz hasta España. No
hay explicaciones y conforme avanza la acción, los incisos que provienen del mundo
actual van cobrando importancia y aclarando el contexto.
Como el soldado Latro,
Christopher tampoco es capaz de recordar todo lo que nos quiere contar en estas
confesiones, pero es un héroe más centrado y menos alienado que su alter ego de
la Antigüedad.
Novela bien escrita y pensada para no ser lo de siempre, con un enredo
sentimental un tanto aburrido y una ambientación histórica trabajada y
colorida. Wolfe siempre ofrece calidad.