El dios de la lluvia llora sobre
México
László Passuth
La Conquista narrada como epopeya
(que también lo fue), tratando con el máximo respeto a los indios y a los españoles
y ciñéndose fielmente a los testimonios escritos que nos han llegado de aquella
época, lo que le confiere verosimilitud e, inevitablemente, deja en sombras
muchas facetas de aquellos sucesos.
Las dos grandes figuras del
episodio, ambas enigmáticas, son el eje de la novela. En primer lugar, Cortés,
que aquí queda retratado como un personaje épico, tal y como él mismo trató de
reflejarse en la historia que firmó Bernal Díaz del Castillo; una historia cuya
autoría parece que no está del todo clara ya que muchos ven la mano del propio
Cortes escribiendo y la de Bernal firmando, para dar mayor credibilidad a los
hechos descritos. Y, por otro lado, el Terrible Señor, Moctezuma, emperador de
los aztecas y uno de los grandes enigmas de la historia, cuyo comportamiento es
imposible de analizar.
Qué apasionante habría sido tener
también las crónicas de los conquistados. ¿Cómo vieron los indios aquella llegada
de 500 españoles con 20 caballos? ¿Cómo interpretaron el comportamiento de
Moctezuma? ¿Qué pensaba el propio Moctezuma?
Un clásico de la novela histórica,
escrito por un húngaro que dedicó muchas páginas a la época de la Conquista.