sábado, 30 de noviembre de 2013

Todas las historias y un epílogo

Todas las historias y un epílogo
Enric González

De la actividad del periodista Enric González como corresponsal de El País en Nueva York, Londres y Roma surgieron tres libros, ahora agrupados en un solo volumen, en los que recoge chascarrillos, anécdotas personales y fogonazos de la historia de esas tres grandes ciudades.

Los tres comparten un mismo estilo elegante y desenfadado en el que las historias se cuentan como si el periodista charlara en persona con nosotros en cualquiera de los cafés que describe. Calles, edificios, anécdotas, personajes curiosos, hechos históricos más o menos conocidos y opiniones personalísimas se van dando el relevo y dejan una visión atractiva y entretenida de las tres urbes.

El más logrado de los tres quizá sea el de Londres, que parece mucho más trabajado como conjunto; los de Roma y Nueva York son menos orgánicos, más caprichosos en los cambios de tercio, pero siguen ofreciendo una lectura encantadora. Se echa de menos un índice de personas y lugares más completo que el ofrecido en el que, por ejemplo, no pueden localizarse los clubes de fútbol londinenses de los que se nos cuenta la peripecia de su fundación.

En cualquier caso una grata lectura. Y de calidad.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Kraken


Kraken
China Miéville

He llevado mi paciencia al extremo y he alcanzado a leer los dos primeros tercios. Después lo he dejado. El libro es indescriptible. Es como si Miéville hubiera decidido volcar en el papel cualquier ocurrencia que le pasara por la cabeza: metáforas peregrinas, constantes virajes en el argumento, personajes grotescos, trama deshilvanada. Algunos comentan que en realidad se trata de una parodia; una parodia de sí mismo, supongo, y de sus libros anteriores.

Me queda en la pila “Embassytown”. Como sea del mismo jaez que este, lo mío con Miéville habrá terminado.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ursúa

Ursúa
William Ospina

Es una frase muy trillada la que nos advierte de que la realidad supera a la ficción. Este libro, como muchos otros, viene a refrendar esa afirmación.

Basándose en hechos conocidos de la conquista y exploración de América durante el reinado de Carlos V, con unas pocas licencias que detalla en una nota final, Ospina relata la peripecia vital del noble navarro Pedro de Ursúa, que llega a las Indias siendo un adolescente de la mano de su tío el juez Armendáriz, designado por el emperador español como la máxima autoridad legal en los nuevos territorios. A partir de ahí el impacto de los nuevos mundos, la codicia, las venganzas, el avispero de las encomiendas y su choque frontal con la legalidad que la corona española trataba de imponer (al menos en teoría), se anudan a la personalidad salvaje de Ursúa para sellar su turbio destino.

Una historia apasionante por sí misma desgranada en una prosa de auténtico lujo, hermanada con la de su compatriota García Márquez pero con un sabor diferente; una lectura para muchas relecturas. 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Fútbol. Dinámica de lo impensado

Fútbol. Dinámica de lo impensado
Dante Panzeri

Un libro publicado en 1967 en Argentina que nunca se editó en España y que se convirtió en un mito de la defensa del fútbol-espectáculo frente al fútbol-fuerza. El autor fue un combativo periodista argentino que se vio incluso envuelto en más de setenta pleitos ante los tribunales (de los que solo perdió uno) debido a sus viscerales opiniones.

Con estos antecedentes mis expectativas eran altas. Sin embargo, me llevado una decepción. Para empezar, la redacción del texto es extraña; en ocasiones casi descuidada, con frases deshilvanadas y párrafos de una sola línea más propios del lenguaje oral que de un ensayo. Además, como lector español me he encontrado con la dificultad añadida de los abundantes argentinismos y con el hecho de que se emplean muchas palabras para designar lances del juego y demarcaciones que hoy día están fuera de uso.

El objetivo de Panzeri es demostrar que el exceso de pizarra destruye el juego y que el fútbol entendido como preponderancia de la táctica y la fuerza física sobre el engaño y la pelota es un equivocación, una especie de anti-juego. Para argumentar sus opiniones Panzeri utiliza multitud de referencias a equipos y jugadores que, salvo para conocedores de la historia del deporte, son en su mayoría nombres sin contenido al referirse a profesionales que estuvieron en activo durante los años treinta y cuarenta del siglo veinte (el jugador contemporáneo que cita como expresión más depurada de lo que él considera buen fútbol es Pelé). Para explicar por qué el juego artístico se va viendo desplazado por el táctico emplea una serie de argumentos sociológicos (según él el acceso a una mejor educación minusvalora la pelota), económicos (el fútbol convertido en negocio aumenta el miedo a perder) y psicológicos que en muchas ocasiones me han parecido obsoletos y traídos por los pelos.

El capítulo catorce es el más técnico. Es una especie de compendio de modos de jugar que me ha levantado un enorme dolor de cabeza: que si sale el líbero, que si entra el alero... todo acompañado de unos esquemas que no aclaran prácticamente nada. Un galimatías del que quizá alguien con más conocimientos pueda sacar algo en limpio. Los capítulos finales son una andanada contra la figura del director técnico (el entrenador) concebido como factótum del juego.

En resumen, un alegato bastante heterogéneo en los argumentos y en la exposición en contra del fútbol resultadista y carente de belleza. Enmarcan el ensayo dos buenos prólogos de Santiago Segurola y Ezequiel Fernández Moores y dos epílogos que quizá intentan abarcar demasiado en demasiadas pocas páginas.