El director es la estrella II
Peter Bogdanovich
Parece que esta presión cinegética modificó el comportamiento de los cachalotes, que se volvieron más asustadizos y también más agresivos. Hasta que el 20 de noviembre de 1820 sucedió lo impensable y un cachalote hundió el ballenero Essex, lo que dejó a los 21 miembros de la tripulación a 3.700 kilómetros de la costa de Suramérica embarcados en tres lanchas balleneras con provisiones para unos 30 días.
Y esa es la historia que se cuenta aquí. La ordalía de aquellos hombres, hoy ya olvidada, aunque muy conocida en el siglo XIX; la historia en la que se basó Melville para crear su Moby Dick. Un relato de pesadilla, pero también fascinante, que Philbrick narra en tono de crónica periodística. Absorbente.