Víbora
Andrzej
Sapkowski
Mi
único contacto con Sapkowski había sido la saga de Geralt, escrita
por el polaco durante los noventa. En los primeros años del 2000
escribió su trilogía de las guerras husitas (en la pila junto a
otras muchas cosas) y en 2009 escribió este “Víbora”.
Parece que esa es casi toda su producción así que, una vez leída,
se tiene una idea muy completa de su trayectoria.
Geralt
es una obra inequívocamente encuadrada en el género fantástico,
pero es una especie de crisol de todas las alternativas del género
que excluyen a Tolkien. En Geralt nada es épico ni rutilante; los
personajes tienen flaquezas, la historia es sucia y en ocasiones tan
absurda como la vida. Y está narrada de forma primorosa, empleando
multitud de registros para cincelar, sin tener que describirlos
expresamente, los caracteres y orígenes de cada personaje.
En
“Víbora”
la clasificación es más difícil. Es cierto que hay un componente
mágico en la historia y
que gana peso en la segunda mitad de la novela, pero no estoy seguro
de que esa sea la parte principal. Una
novela bastante corta en la que el grueso del relato se centra en las
tribulaciones de unos soldados soviéticos a comienzos de los ochenta
durante la invasión de Afganistán, en la alienación a la que les
someten la guerra y el claustrofóbico régimen soviético, que
extiende sus tentáculos hasta el mismo frente, todo narrado con gran
estilo y adecuando la altura de la prosa a la extracción de cada
personaje (memorables algunos de los diálogos entre los soldados).
Es
un buen relato, aunque creo que no alcanza esa perfección que tenía
la saga de Geralt. Quizá una novela más realista habría funcionado
mejor. En cualquier caso, admirables el estilo de Sapkowski y la
erudición desplegada, tanto para relatar con verosimilitud el modo
de vida de un soldado durante la contienda afgana, como para
ambientar mitológica e históricamente el argumento fantástico.