La Gran Armada
Geoffrey Parker
Editado en 1988, en el cuadrigentésimo
aniversario del suceso, y utilizando por primera vez (¡¡¡!!!) los archivos de
Simancas para recabar información, este libro supuso uno de los primeros
acercamientos objetivos al tema, dejando de lado leyendas (tanto negras como
blancas) y mitos y tratando de dar una explicación racional de los sucesos.
Como es habitual en Parker, la
narración de los hechos va acompañada de una explicación del contexto político
y de las maniobras de ambos bandos para aislar al contrario y procurarse una
posición lo más ventajosa posible para alcanzar sus objetivos.
Lo cierto es que la clave del
plan español, llevar la armada hasta Flandes para recoger al ejército del Duque
Parma y desembarcarlo en Kent evitando cualquier enfrentamiento armado en el
mar, nunca estuvo resuelta: jamás se detalló de qué manera podría realizarse
ese embarque de tropas sin disponer de un puerto de profundidad suficiente a
ningún lado del Canal y con las deficiencias de comunicación de la época. A
pesar de ello, y pese a la clara superioridad artillera de los ingleses, la
Armada llegó a Calais en perfecto orden de formación y sin sufrir daños
significativos; sólo el ataque inglés con barcos incendiados sembró el desorden
y provocó la pérdida de anclas y amarres, lo que imposibilitaba cualquier
maniobra posterior de atraque. El régimen de vientos alejó a la flota de Flandes
y, llegados a este punto y sin más noticias del Duque de Parma, la decisión
final fue bordear Inglaterra y Escocia y regresar a España por Irlanda (lo que
se hizo sin oposición inglesa porque la flota se había quedado sin munición).
Y ahí comenzó la auténtica
ordalía para aquellos hombres, algunos de los cuales tuvieron que recorrer más
de 8.000 kilómetros prácticamente sin agua ni provisiones, con unas condiciones
meteorológicas dantescas y navegando en barcos que en muchos casos estaban
diseñados para el Mediterráneo.
Llama la atención el
comportamiento posterior de los dos monarcas: Isabel negándose a pagar los sueldos
de los marineros y Felipe II persiguiendo a sus consejeros para que ni un solo soldado
quedara sin paga.
Hace unos años el autor actualizó
la edición original, duplicando el número de páginas. Yo he leído la que editó
Alianza en 1989, que es espléndida, aunque imagino que estará desactualizada.
Gran libro.