Sandman. Juego a ser tú

 

Sandman. Juego a ser tú

Neil Gaiman

 
Cierre de año con otra novela gráfica, en mi año de estreno como lector del género.
 
Esta vez el protagonista no es Sueño, sino Barbie y su grupo de amigas, que terminan en una peligrosa incursión en un antiguo Reino de sueños, donde el Cuco urde un plan para poder poner sus huevos en nuevos reinos.
 
Dibujos urbanos para Nueva York y una ambientación de Alicia en el País de las Maravillas para el Reino. Otra gran lectura.

Sapiens

 

Sapiens

Yuval Noah Harari

 
Uno de esos libros que te atraviesan y sacuden un montón de certezas acumuladas a causa de una manera de enseñar el conocimiento que no suele cuestionarse a sí misma.
 
Homo Sapiens, el animal, el primate, es estudiado aquí sin juicios a priori, desde una auténtica montaña de evidencias y un enorme océano de dudas y datos desconocidos que también sirven para que nos cuestionemos si todas esas cosas que hemos dado por sabidas son auténtico conocimiento, o construcciones a posteriori, certezas elaboradas desde un tiempo posterior que cuentan un relato más cómodo de digerir.
 
La desaparición de la mega fauna prehistórica y de otras especies de Homo en todas y cada una de las áreas geográficas en las que Sapiens se asentó son un dato esclarecedor acerca de la naturaleza de nuestra especie. La evolución hacia una especie agrícola y sedentaria, que siempre se presenta como un logro y una mejora, puede que supusiera una vida peor para la inmensa mayoría durante miles de años.
 
La aparición de las religiones y también la ideología como religión; las estructuras políticas y el desarrollo científico como algo profundamente ligado a la dinámica de los imperios; la construcción mental que hace Sapiens (dinero, estado, leyes) y en la que toda la especie cree como motor de un desarrollo inédito en la historia del planeta; el abismo al que nos asoma la manipulación genética y, al final, las mismas grandes preguntas de siempre: ¿qué buscamos? ¿Qué es la felicidad?
 
Harari reúne datos de muchísimas disciplinas y es capaz de ordenarlos y exponerlos de una forma sugestiva y convincente. Su relato parece mucho más próximo a la realidad que lo que nos han enseñado siempre… y permite entender muy bien el piélago de calamidades que ha padecido la mayoría de la humanidad desde siempre y que sigue padeciendo hoy día.

Sandman. Estación de nieblas

 

Sandman. Estación de nieblas

Neil Gaiman

 
Le entrega más elaborada de la saga hasta el momento. Las Nornas anticipan un encuentro de los eternos en el hogar de Destino. Por supuesto, aciertan y el encuentro termina con Satanás entregando las llaves de un Infierno vacío a Sueño.
 
Varios panteones se interesan en la posesión de ese dominio maldito y Sueño tendrá que lidiar con las ambiciones, exigencias y amenazas del resto de dioses.
 
Fascinante.

Pioneros de la ciencia ficción rusa (1892-1929)

 

Pioneros de la ciencia ficción rusa (1892-1929)

Varios autores

 
Un volumen raro dentro del catálogo de Alba que recoge diversos relatos de autores rusos publicados entre finales del siglo XIX y comienzos del XX.
 
El nivel general es discreto. No tienen un estilo especialmente atractivo y el contenido ni sorprende ni da qué pensar, salvo quizá comparándolos con lo que hacían otros autores contemporáneos. Pero para esa comparación ya es tarde y lo que queda es un conjunto que se lee sin mucho interés.
 
Me ha parecido interesante “El misterio de las paredes”, en torno a un invento capaz de reproducir sucesos del pasado. Del mismo estilo es “El estereoscopio”, en el que una imagen estereoscópica es una puerta a un momento y un lugar concreto del pasado que, en principio, parece que pueden visitarse sin que se altere nada. Y con el que más he disfrutado ha sido “La Montaña de la Estrella” que es sobre todo un relato de aventuras muy bien hecho.
 
Los mejores han sido los que no buscaban la anticipación.

Sandman. País de Sueños

 

Sandman. País de Sueños

Neil Gaiman

 
Esta tercera entrega comienza con otra consecuencia del cautiverio de Sueño: Calíope es atrapada impunemente por un escritor con ínfulas que necesita a la musa para que su carrera despegue.
 
El resto de relatos incluidos no desarrollan un mismo arco narrativo y son historias independientes. Los sueños de los gatos, cómo llegó Shakespeare a imaginar su sueño de verano y como tercer y último episodio, qué les sucede a los que son utilizados por los dioses.
 
Todas son emocionantes, especialmente del viejo William Shakespeare.

Sandman. La casa de muñecas

 

Sandman. La casa de muñecas

Neil Gaiman

 
Segunda entrega de la saga. Durante el cautiverio de Morfeo, tres de sus creaciones se dedican a materializar sus ambiciones en el mundo de Sueño. Además, la humana Rose Walker encarna un vórtice; un fenómeno capaz de destruir las membranas que separan lo sueños individuales y provocar el colapso del mundo real.
 
Fascinantes algunos secundarios, como el Corintio o el chestertoniano Mr. Gilbert.

Sandman. Preludios y nocturnos

 

Sandman. Preludios y nocturnos

Neil Gaiman

Aprovechando el estreno de la esperada serie de Netflix, DC ha reunido en dos opulentos y pesados volúmenes todas las entregas de esta Saga, que se dibujó a lo largo de más de diez años y cuyo hilo conductor es el guion de Neil Gaiman; un Gaiman que, al parecer, indicaba con meticulosa precisión a sus dibujantes lo que quería que apareciese en cada viñeta.

Esta primera novela gráfica de la colección se publicó en 1989 y arranca con un hechicero humano intentando atrapar a la Muerte. Algo sale mal y quien queda atrapado es Sueño, que permanece encerrado un siglo. Cuando logra escapar, descubre que durante su cautiverio le han robado tres objetos de poder que fabricó para modelar el mundo de los sueños. La venganza de sus captores y la recuperación de la bolsa de arena, el yelmo y el rubí es lo que nos cuenta esta primera entrega.

Dibujos poderosos, una ambientación muy elaborada para ajustarse a lo que se cuenta en cada capítulo y un personaje que evoluciona con lo que le va sucediendo. El último capítulo, en el que conocemos que Muerte y Sueño son en realidad hermanos es muy conmovedor.

El Gran Estado

 

El Gran Estado

Timothy Brook

 
Bajo el subtítulo "China y el mundo", Brook presenta una serie de pequeñas piezas que nos narran sucesos reales, bien documentados, en los que intervienen desde los Kanes mongoles hasta ciudadanos anónimos que sólo existen ya porque aparecen en algún recodo de la colosal masa de documentos que la burocracia china ha producido a lo largo de los siglos.
 
El hilo conductor de todos ellos es el modo en que China se ha relacionado con el resto del mundo desde el siglo XIII, cuando los mongoles se establecieron como emperadores, hasta 1946, en el que se detalla el juicio del gobernador chino elegido por los japoneses para gestionar una de sus "provincias".
 
Como hay narraciones de todo tipo, el interés depende del suceso. Las de los Kanes, las que cuentan la gran epidemia de peste del siglo XIV y las del siglo XX han sido para mí las más interesantes e ilustrativas; y las relacionadas con la religión y la legislación las más aburridas.
 
En cualquier caso, es un libro interesante. El epílogo es bastante sombrío y nos presenta a la China actual como lo que parece que es: un país con ambiciones hegemónicas, lo cual es legítimo, pero que no respeta los acuerdos internacionales; para China, como siempre sucedió, sólo existe China.

El camino blanco

 

El camino blanco

John Connolly

 

El repulsivo reverendo Faulkner tiene muchos amigos y no olvida la muerte de sus hijos. Además, sabe encontrar aliados. En esta ocasión un suceso del pasado y los manejos de Faulkner para burlar el sistema legal y escapar de la cárcel son utilizados para llevar a nuestro detective a la trampa.

 

Realidad y psique, investigación y violencia reunidos otra vez en otra novela que lleva al escalofrío.

Florentino Pérez. El poder del palco

 

Florentino Pérez. El poder del palco

Fonsi Loaiza

 
Regalo de cumple. El título y la portada ya son un resumen. Evidentemente, todo en este libro es malo; por parte del protagonista y de todo aquel con el que se relaciona. Evidentemente, muchas de las cosas que cuenta serán verdad, pero el enfoque y el estilo son panfletarios y chuscos; y, en muchas ocasiones, las referencias a sucesos o relaciones personales son inconexas e interesadas.
 
Morboso, en cualquier caso.

Historia de la ópera

 

Historia de la ópera

Gabriel Menéndez Torrellas

 
Desde el siglo XVII al XXI, un paseo por ese camino que ha recorrido la ópera, que aún está en construcción y que nadie sabe dónde conducirá.
 
Cada capítulo contiene una introducción a la época tratada para después estudiar a los autores más importantes y, para cada autor, una ficha sobre sus óperas más significativas. Es una organización muy útil, que da una visión clara y que permite volver al libro para hacer consultas rápidas.
 
Me ha gustado mucho el planteamiento de Torrellas, que destaca la importancia de los autores sin exponerlos en ningún caso como aerolitos caídos del cielo que suponen un caso único. Se habla de Gluck y su revolución, pero siempre dentro de un contexto histórico en el que otros autores iniciaron el camino; se habla del cataclismo Wagner, pero no se describe como el final inevitable y la consumación del género; se expone con brillantez la fragmentación de estilos que supuso para la ópera el período de entre guerras y también los nuevos planteamientos a los que dio lugar el final de la Segunda Guerra Mundial.
 
Entretenido y útil. Se aprenden muchas cosas leyéndolo.

Otto Klemperer. His life and times (1933-1973)

Otto Klemperer. His life and times (1933-1973)

Peter Heyworth

 
Segunda entrega de la biografía de Heyworth, que comienza con los años más negros de Klemperer, los que casi arruinaron su carrera, su matrimonio y su vida. La huida de Europa termina con nuestro protagonista como titular de la Filarmónica de los Ángeles, que en aquellos años no era más que una orquesta de provincias, sin recursos y sin público, en una ciudad sin ningún interés por la música.
 
Consciente del erial en el que había aterrizado, Klemperer intentó diferentes salidas profesionales. En la Filarmónica de Nueva York fue finalmente rechazado como sucesor de Toscanini tras mostrarse poco conciliador con los deseos del manager y programar una Segunda de Mahler para la que no había fondos y que tampoco atrajo público suficiente para al menos cubrir los gastos de los conciertos. Rechazado también por la Sinfónica de la NBC y a las puertas de la que sería la fase depresiva más larga de su vida, también rechazó una buena oferta de Sinfónica de Pittsburg, que terminaría contratando al que era su segundo candidato: Fritz Reiner.
 
A la depresión se le unión un tumor cerebral cuya operación fue todo un éxito, pero trajo como secuela una parálisis parcial del lado derecho de su cuerpo, especialmente aguda en la cara y la mano. Tras la penosa recuperación, y como siempre le sucedía, a la fase depresiva le siguió una de euforia que se prolongaría tres años, con aventuras sexuales y sentimentales de todo tipo, despilfarro de dinero y un comportamiento errático y violento (con varios episodios de cárcel incluidos) que terminarían colgándole el sambenito de no contratable. Y de este modo un Klemperer de sesenta años se vio a sí mismo dirigiendo orquestas amateur.
 
El final de la guerra trajo nuevas oportunidades. Los viejos contactos europeos que recordaban sus años del Kroll le ofrecieron pequeños contratos, el mejor de los cuales fue el de la ópera de Budapest, en la que pasaría varios años, también polémicos debido a su nacionalidad norteamericana y su supuesta colaboración con el régimen comunista.
 
El Concertgebouw también contó con él y en 1948 Legge le ofreció un concierto con la Philharmonia en el que una Heroica de Beethoven monumental suscitó el interés de la BBC y de otras orquestas europeas. Y, a partir de ese momento, las cosas comenzaron a mejorar para el viejo Otto, que comenzaría su mejor etapa profesional a una edad en la que la mayoría de las personas se jubilan.
 
Y el resto es historia. Irregular, porque no todo fueron éxitos y laureles, pero de un fulgor dorado indiscutible. Y gracias a ese epílogo podemos disfrutar del gran Otto Klemperer, a quien muy probablemente se habría tragado el tiempo de no haber sabido resistir en sus años más negros.

Lejos de África

Lejos de África

Isak Dinesen

 
La baronesa Judith Turman (que así se llamaba civilmente Dinesen) escribió su primer libro con casi cincuenta castañas; y su segundo, esta especie de memorias, poco después. Sólo la primera página es un recital de literatura, de paisajes pintados con palabras, de animales esculpidos con letras.
 
Dinesen evocó desde el invierno de Dinamarca sus vivencias africanas y se convirtió a sí misma en una especie de personaje de ficción; a esta señora le disgustaba la vulgaridad de la vida real y su escritura enaltece sus recuerdos, convirtiéndolos en algo precioso y brillante.
 
Qué lejos de Sara Mesa y sus amores.

Un amor

 

Un amor

Sara Mesa

 
Otro libro bendecido por todos de una autora considerada singular. Algo más de cien páginas, pero treinta han sido suficientes. Una escritura tan mustia como la protagonista de la historia. Es como si ya no quedaran autores con aspiraciones. ¿Por qué tan buenas críticas?
 
Abandonado.

Palabras radiantes

 

Palabras radiantes

Brandon Sanderson

 
Más de lo mismo. Repetitivo, tedioso, sin ninguna evolución en los personajes y previsible a más no poder.
 
Abandonado.

Cuentos únicos

 

Cuentos únicos

Javier Marías

 
Un pequeño homenaje a Javier Marías, que a mí me gustó más como editor y traductor que como autor de novelas.
 
Su capacidad lectora debió de ser infinita, y aquí nos trajo (en muchos casos por primera vez en castellano) una serie de cuentos de autores desconocidos que, en su opinión, lograron, al menos en una ocasión, un cuento perfecto; una colección de fulgores.
 
El único nombre conocido para mí es el de Winston Churchill, que aquí aparece por motivos literarios. Una buena recopilación de cuentos bien escritos. Algunos, incluso sorprendentes.

El mundo de Odiseo

 

El mundo de Odiseo

M. I. Finley

Un pequeño libro que causó una gran conmoción allá por 1954 porque, frente al deseo de toda la humanidad, proclamaba que lo que cantó Homero, el asedio de Troya por un ejército aqueo comandado por el rey Menelao, nunca sucedió; que era un relato poético, y no una descripción histórica. Justo lo contrario que opina Joachim Latacz cincuenta años más tarde.

Aparte de la polémica, que seguramente no se podrá resolver hasta que existan los viajes en el tiempo, el valor del libro de Finley es que, a través de los textos, conjetura sobre la sociedad y la época que describen; ¿cuáles eran sus valores?, ¿cómo se relacionaban las diferentes clases sociales entre sí?, ¿cuál era el papel de los aedos como Homero?

Finley no caía muy bien: en la edición de 1995 añadió dos apéndices refutando la posibilidad de determinar la veracidad del relato homérico desde los hallazgos arqueológicos. Tampoco debió de gustar mucho el comienzo del libro, que sitúa la Ilíada en su forma conocida (que nosotros leemos principalmente a partir de copias medievales del siglo X) en el siglo VIII a.C. y la Odisea unos cien años después: el pobre Homero habría tenido que ser Matusalén para escribir ambas.

Pinaresi

 

Pinaresi

Susanna Clarke

 

Segunda novela de la británica Susanna Clarke tras su exitosa y diferente "Jonathan Strange y el señor Norrell". Y vuelve a presentarnos algo diferente.

 

La Casa, laberíntica, semi sumergida en el mar, inabarcable, llena de estatuas colosales, sólo está habitada por Pinaresi y por el Otro, más los catorce esqueletos a los que Pinaresi atiende. Los encuentros entre ellos están reglados: martes y jueves. Pinaresi anota en su diario sus correrías para conseguir alimento, estudiar las mareas y sus conversaciones con el Otro quien, mediante rituales, intenta obtener el Gran Conocimiento.

 

Y poco a poco van apareciendo fisuras en ese mundo aparentemente inalterable, y vemos que las cosas no son lo que parecen.

El camino de los Reyes

 

El camino de los Reyes

Brandon Sanderson

Primero de lo que supuestamente serán diez libros. Si se cumple el plan y Sanderson es igual de prolijo en los otros nueve, ¡¡¡habrá publicado más de 14.000 páginas!!!

Lo que tenemos es una historia fantástica más, con un reino de aspecto medieval en el que un monarca intenta unificar a sus diversos nobles. El reino se ve asolado periódicamente por tormentas terribles que parecen conectadas con sucesos de un pasado ya legendario. Como suele suceder, las leyendas eran más que eso y, poco a poco (muuuuyyyy poco a poco) vamos viendo las conexiones entre los acontecimientos presentes y los pasados.

En realidad, con doscientas páginas podría haber contado lo mismo y con mejor estilo, pero los tochos son la moda en el género y, cuantas más entregas, mejor. Ha sido entretenido para leerlo en las vacaciones. No sé si leeré alguno más.

El trono de huesos de dragón

 

El trono de huesos de dragón

Tad Williams

Allá por 1988, después de varios años de escritura, se editó este primer libro de la saga que aquí se tradujo como "Añoranzas y pesares" ("Memory, Sorrow and Thorn" en inglés). Era la época de las Dragonlance, de libros basados en juegos de rol que se escribían como churros y que para publicarse sólo necesitaban que aparecieran un mago, un dragón y algún artefacto mágico.

Este libro de Williams recupera la dignidad del género. No ofrece nada novedoso; es lo de siempre, pero trabajado, con personajes elaborados y sociedades y culturas inspiradas en la historia medieval. Entretenido y aseado... y demasiado largo, también. Pero mucho mejor que la mayoría de sus contemporáneos.

Otto Klemperer. His life and times (1885-1933)

 

Otto Klemperer. His life and times (1885-1933)

Peter Heyworth

 
Primera parte de la documentadísima biografía de Heyworth en la que aborda la vida del gran director de orquesta y, como augura el título, la época en la que se desarrolló.
 
Los años formativos, la huella indeleble de Mahler (el director llevaría consigo toda su vida una tarjeta de recomendación escrita por el compositor) y la adhesión a un modo interpretativo alejado de las efusiones románticas de la época constituyen las claves profesionales de este periodo, junto a un trastorno maníaco-depresivo que lo acompañaría toda su vida y que lo obligaría a desaparecer periódicamente para someterse a tratamiento.
 
Un trastorno que marcaría también sus relaciones profesionales y personales, que siempre resultaban tormentosas durante la fase maníaca; por el contrario, en la fase depresiva Klemperer se volvía taciturno y cauto hasta la inseguridad (llegaría al punto de contratar a colegas más jóvenes para que asistieran a sus ensayos y le señalaran sus errores).
 
Y, naturalmente, el Kroll. Un teatro de ópera que sólo aguantaría cuatro años abierto, pero que se organizó en torno a los presupuestos artísticos y musicales de Klemperer, que quedó asociado para siempre a ese breve período en el que hubo éxitos y fracasos, pero en el cual se estableció una aproximación a la ópera de la que después bebieron el nuevo Bayreuth y gran parte de los grandes teatros europeos (abandono del naturalismo en las puestas en escena, estrenos de óperas contemporáneas todas las semanas y numerosos y muy trabajados ensayos antes de los estrenos). Tan efervescente fue ese período del Kroll, que Klemperer llegó a considerar el resto de su vida profesional un anti clímax.
 
Tras el cierre del teatro, contemporáneo a la aparición de los nazis, el clima cultural y político se volvió irrespirable. Hasta tal punto que Klemperer, tras sufrir una caída desde el podio al ceder la balustrada en la que se apoyaba, llegó a pensar que había sido víctima de un sabotaje por ser judío. El veto a Bruno Walter, una de las estrellas del momento, abrió los ojos a muchos artistas y comenzó la diáspora. Klemperer se marcha a Suiza y comenzará su calvario personal.
 
Otra imagen curiosa que deja este primer volumen es la valoración que hacían el público y la crítica del momento sobre los grandes nombres de la batuta: Toscanini, Furtwängler y Bruno Walter eran los grandes ídolos, con Richard Strauss como el gran referente de la batuta; Klemperer era considerado un genio irregular, y alguien como Erich Kleiber era tenido por un secundario de calidad. Vivir para ver.

Meridiano de sangre

 

Meridiano de sangre

Cormac McCarthy

Quinta novela de McCarthy y la que le dio fama y prestigio y lo consolidó como uno de los grandes de las letras norteamericanas.

El protagonista es alguien anónimo a quien conocemos como “el chaval”, nacido entre la dejación, la pobreza y la violencia. Emprende una vida errante en la que lo único que encuentra es lo mismo que dejó tras de él. En un momento dado, se une a la banda de “el Juez”, un personaje misterioso con rasgos fantásticos. Finalmente, “el chaval” pasa a ser “el hombre” y la novela termina de un modo indefinido, abierto a múltiples interpretaciones.

Me ha recordado en todo momento a “La carretera”: el ambiente desolado, el protagonista anónimo y la brutalidad del ser humano. En esta novela hay más elementos (incluso está situada temporalmente: 1849) y, aunque está considerada su obra magna, me ha parecido menos redonda, casi diría más dispersa. Aún así, es una novela poderosa.

Un Dios inclemente

 

Un Dios inclemente

Steven Erikson

 
Justo un año después de terminar su ciclópea saga malazana, Erikson se embarcó en la trilogía de Kharkanas (ambientada en épocas pretéritas a las que conocimos en esos diez libros), de la que publicó el segundo libro en 2016 y aún no ha escrito el tercero. Y desde entonces nada más, hasta ahora, que se ha descolgado con una nueva trilogía.
 
En esta ocasión asistimos a acontecimientos posteriores a los que ya habíamos leído. Las sendas mágicas, tras la acción de Icarium, se han reconfigurado; algunas han desaparecido, otras nuevas han sido creadas y otras están cambiando de naturaleza. El gran muro de hielo levantado por los jaghut en tiempos inmemoriales se resquebraja y el mar que contenía se derramará con violencia anegando las tierras del norte. La migración de las tribus teblor hacia el sur les conducirá directamente a los dominios del imperio malazano, ahora en aparente decadencia tras años de paz.
 
Después de dibujar el gran diseño, Erikson se limita a una pequeña área geográfica y a un momento concreto y estructura la narración como en los primeros libros de Malaz, que son los mejores: capítulos generosos dedicados a un grupo muy concreto de personajes (en lugar de capítulos larguísimos con micro intervenciones de decenas de ellos). De esta forma la narración queda más concentrada y el argumento menos disperso; además, como el gran tapiz del mundo malazano ya lo tejió (más o menos) en los diez libros anteriores, ahora no necesita ir introducir nuevos bucles ni digresiones. En resumen: es un Malaz estupendo, quizá con un cierto sabor a franquicia, pero escrito con calidad y ganas. Y sigue ofreciendo sentido de la maravilla.

El océano al final del camino

 

El océano al final del camino

Neil Gaiman

 
George, que ya ha pasado por un divorcio y por la destrucción de las ilusiones, asiste al funeral de su padre y eso le lleva a la antigua granja que conoció cuando tenía siete años. Y de repente los recuerdos afloran: el suicidio del huésped y la aparición de esa cosa vieja y mala que viene de otro mundo. Y las tres mujeres extraordinarias que son su única ayuda. Y todas esas cosas cotidianas que en realidad esconden una segunda naturaleza mágica y prodigiosa.
 
Es el Gaiman de siempre haciendo lo que mejor sabe.

From hell

 

From hell

Alan Moore

 
Un meticuloso trabajo de indagación sobre la siniestra figura de Jack el Destripador. Dibujos llenos de aristas. Tinta negra para narrar una historia negra.
 
Gran guion, especialmente en las disertaciones sobre el ritual relacionado con los asesinatos; conmovedoras las figuras de las prostitutas y del inspector encargado de la investigación; y como decorado un Londres funesto, de auténtica pesadilla, lleno de vestigios paganos que beben sangre con deleite.
 
Hipnótico y perturbador.

Buena suerte

Buena suerte

Nickolas Butler

Aquí no hay nada que no sea convencional. La prosa es corriente y moliente; también la estructura lineal clásica de la novela. Los personajes no tienen nada de particular y la historia, el encargo a unos amigos para finalizar la construcción de una casa en un plazo aparentemente imposible, es una más.

Con esos mimbres Butler escarba en las miserias del ser humano y en lo absurdo de la vida concebida como acumulación de posesiones. Ni es nuevo ni de lejos es el que mejor lo hace. Sin embargo, leerle es entretenido.

La conjura de los necios

La conjura de los necios

John Kennedy Toole

Otro de esos libros icónicos que marcaron una época. En este caso, una época diferente a la que fueron escritos: Toole se suicidó en 1969 sin ver publicada la novela y fue su madre, a sus 81 años, quien logró que viera la luz a comienzos de los ochenta. Nada más publicarse fue un súper ventas y al año siguiente ganó el Pulitzer. Un bombazo.

Leída hoy, la primera sensación es muy buena. Ingeniosa, bien escrita, con personajes llenos de carácter y haciendo que las situaciones cotidianas se conviertan en extravagantes. Pero después de 150 páginas todo se repite. No es que sea peor; es que es lo mismo todo el rato, pero sin que sorprenda como al principio.

Abandonada en la página 200.

Más que humano

 

Más que humano

Theodore Sturgeon

 
Primera decepción de mi vida con Sturgeon, del que sólo había leído relatos. Aquí reúne una serie de personajes con habilidades de diverso tipo que individualmente son seres humanos incompletos pero que, reunidos, forman una nueva forma de consciencia.
 
El desarrollo es muy moroso y Sturgeon emplea muchas páginas para darnos a entender que tratamos con seres especiales; y el desenlace de la historia es muy forzado y precipitado. La traducción ayuda muy poco.

Atlas de islas remotas

Atlas de islas remotas

Judith Schalansky

Otra pieza singular de Judith Schalansky. Cincuenta islas, cincuenta lugares, cincuenta historias. En general desoladas o melancólicas. Islas diminutas, deshabitadas, en las que no hay nada que encontrar. Una historia del olvido y del esfuerzo sin recompensa.

También del misterio. Como Toangi, de donde partieron tres jóvenes surfistas a los que se tragó un temporal. Sólo se encontraría la tumba de uno ellos en una isla a varias millas de allí. No se sabe qué sucedió con los otros dos.

A veces, hasta en los lugares más insospechados surge lo mejor de nosotros. Como en la Isla de Norfolk, un presidio durísimo, en el que 25 de mayo de 1840, por el que el cumpleaños de la Reina de Inglaterra, el nuevo alcaide decretó un día de libertad. Hubo bebida, comida, canciones y una representación teatral. A las 00:00 horas los presos volvieron a las celdas y los guardas a la vigilancia. No se registró ningún episodio violento.

Un libro bellísimo, que dan ganas de tocar y hojear constantemente.

Contrato con Dios

Contrato con Dios

Will Eisner

 
Tras la muerte de su hija por leucemia, Eisner, que ya había sido pionero en muchas cosas con “The Spirit”, se sumió en la depresión, el silencio y la reflexión durante ocho años. El dolor y la búsqueda de explicaciones lo condujeron a dibujar “Contrato con Dios”, cuyo protagonista es un judío devoto que pierde a su hija. Dibujado en blanco y negro y tintado en bellos tonos sepias, aunque en sí mismo no supuso ninguna revolución técnica, sí llevó al cómic (hasta entonces entendido como un producto para adolescentes) una temática nueva, más relacionada con el interior de las personas que con la acción externa. Fue el propio Eisner, que lo concibió como un proyecto personal y que no encontró editores que lo aceptaran, quien comercializó la serie. Con poco éxito económico, aunque con bastante impacto entre los profesionales del género. Finalmente, iría encontrando su público y convirtiéndose en una especie de obra fundacional de la novela gráfica.
 
“Ansia de vivir” y “La Avenida Dropsie” son historias independientes todas ellas, pero concebidas en torno a los mismos temas: cómo actuamos las personas y por qué lo hacemos así. En “Ansia de vivir” las vidas de desconocidos se enlazan como en un ballet y “La Avenida Dropsie” es un prodigioso tour de forcé a lo largo del tiempo en el mismo espacio.
 
Bellísimo y conmovedor.

14

14

Jean Echenoz

 
De nuevo el Echenoz más zumbón y sardónico. La Gran Guerra es el telón de fondo, pero las grandes ofensivas, los generales, los discursos y la parafernalia desaparecen y ya sólo quedan los cuatro desdichados que salen del pueblo y se encuentran en el frente con los obuses, la sangre, la mutilación y los piojos.
 
Y encima es capaz de contarlo con elegancia.

Alicia en el País de las Maravillas & Al otro lado del espejo

 

Alicia en el País de las Maravillas

Al otro lado del espejo

Lewis Carroll

 Otro clásico donde los haya, de los que también han padecido la infantilización a través del cine y de “adaptaciones” más que dudosas que les hacen perder su esencia.
 
Gran edición de Valdemar, siempre atentos al detalle, con las notas necesarias para entender los equívocos y juegos de palabras de Mr. Lewis.

La quema de Cíbola

La quema de Cíbola

James S. A. Corey

Cuarta entrega de la serie y parece claro que la protomolécula desaparece del escenario. Tras abrir la puerta cósmica que da acceso a miles de mundos, la humanidad comienza la diáspora por el vasto universo. En esta cuarta novela todo se centra en la colonización del primero de los nuevos mundos y el enfrentamiento entre los primeros colonos y la corporación propietaria del planeta.

Hay misteriosas ruinas alienígenas e insinuaciones sobre la desaparición de los creadores de la protomolécula, pero los autores no desarrollan esas tramas. Si la siguiente novela sigue dando de lado la ciencia ficción, abandonaré la serie.

Cumbres Borrascosas

Cumbres Borrascosas

Emily Brontë

Otro súper clásico del XIX y de nuevo los sentimientos encontrados durante la lectura. Está claro que muy pocos autores son capaces de trascender a su época; Dickens y Tolstói sólo hay dos.

En este caso, Brontë fabrica una galería de personajes que debieron de resultar de lo más chocantes en su momento; y, en el caso de Heathcliff, directamente odioso ante su desprecio a todos los demás.

Lo que pasa es que la factura técnica es muy irregular y los estereotipos y dengues de la época están por todas partes. A mí los personajes, que son el mayor atractivo de la novela, me han resultado poco creíbles; más parecidos a guiñoles que a tipos humanos. En cualquier caso, no me he aburrido leyéndola.

El toque Lubitsch y otros roces

El toque Lubitsch y otros roces
José Luis Garci

No conocía la faceta de escritor de Garci y me ha sorprendido muchísimo. Aquí se incluyen unas cuantas piezas breves, dos de ellas, las más barrocas, de los 90 y las demás de nuestro siglo. En todas planea la nostalgia y todas son torrenciales y ordenadamente caóticas, llenas de referencias y guiños, con un Garci que se expresa por escrito con maravillosa oralidad. 

Divertido y tierno. Y una edición preciosa de Reino de Cordelia.

Historia crítica de la arquitectura moderna

 

Historia crítica de la arquitectura moderna

Kenneth Frampton

 
Un clásico que se editó por primera vez en 1980 y cuya última actualización es de 2007. Un recorrido por la arquitectura del siglo XX de la mano de un estudioso del tema, que sigue vivo y en activo participando en charlas y conferencias a sus noventa añitos.
 
Frampton estructura el ensayo en tres partes. La primera es una introducción a los cambios demográficos, tecnológicos y culturales que anticiparon la aparición de las formas arquitectónicas del siglo pasado. La industrialización, que provocó el incremento del tamaño de las ciudades, movimientos demográficos y la aparición de nuevas técnicas e inventos (el ascensor, el hierro forjado y el acero, el ferrocarril), condujo a una profunda reflexión acerca de cómo debían estructurarse las ciudades. Las ampliaciones de París y Barcelona; las ideas de Arturo Soria sobre una ciudad lineal, distribuida a lo largo de una única avenida de 500 metros de ancho que facilitara la comunicación y la movilidad; y los proyectos urbanísticos en Inglaterra, Francia y Estados Unidos desarrollados por industriales para conciliar la actividad empresarial con la vida doméstica, fueron el preludio de lo que terminarían siendo los desarrollos arquitectónicos del siglo XX.
 
La segunda parte abarca un enorme espacio de tiempo (1836-1967), que avanza cronológicamente dedicando cada capítulo a arquitectos y escuelas de distintos países. Desfilan por aquí los insulsos ingleses de comienzos de siglo con su ruralismo y su localismo, el racionalismo francés, la audacia orgánica de Gaudí o los hallazgos para combinar ingeniería y arquitectura de los primeros rascacielos. Le Corbusier y Mies van der Rohe atraviesan todo este período y proyectan su sombra hasta nuestros días.
 
La última parte es una ampliación hasta 2007 y, en sus últimas secciones, que tratan de cubrir las fechas más recientes, el ensayo pierde la rigurosa articulación que mantenía hasta ese momento; y se cae un poco en la acumulación de nombres y edificios destacados. El último capítulo, muy interesante, intenta agrupar en torno a diversos conceptos las principales preocupaciones de la arquitectura durante el final del siglo XX y el comienzo del XXI; una de las cuales es la sostenibilidad:
 
“El material de construcción con menor energía incorporada es la madera, con unos 640 Kw/h, por tonelada. De ahí que el material de construcción más ecológico sea la madera procedente de bosques gestionados de manera sostenible. El ladrillo es el segundo material con menos cantidad de energía incorporada, 4 veces la de la madera; y luego vienen el hormigón (5 veces), el plástico (6), el vidrio (14), el acero (24) y el aluminio (126). Un edificio con alta proporción de componentes de aluminio difícilmente puede ser ecológico cuando se lo considera desde la perspectiva del coste del ciclo de vida total, no importa lo energéticamente eficiente que pueda ser (Peter Buchanan)”
 
El entorno construido supone un 40% del total del consumo energético del mundo desarrollado. No parece que nos importe demasiado.

Adolf

 

Adolf

Osamu Tezuka

 
Primera incursión en lo que se llamó cómic y ahora se llama novela gráfica. Este parece que es un clásico del género, dibujado en los ochenta por el japonés Tezuka. Ambientado en la Segunda Guerra Mundial, cuenta las vidas de tres Adolf (uno de ellos es el famoso) durante la contienda, la forja de sus personalidades, las casualidades y decisiones que los empujaron por caminos completamente diferentes.
 
Los dibujos son en blanco y negro, al servicio de la historia, y me han sorprendido mucho los detalles casi cinematográficos: cómo Tezuka usa las viñetas como si se aproximara a los personajes con una cámara, vaciando muchas viñetas de texto y moviendo el dibujo para contar la historia. Deja muchas imágenes para el recuerdo, especialmente la violación de uno de los personajes, que no contiene ni una sola referencia sexual y, sin embargo, transmite toda la violencia del momento.

El Libro de los Cráneos

 

El Libro de los Cráneos

Robert Silverberg

 
Un viejo pergamino en vitela es trabajosamente traducido. El Receptáculo deben formarlo cuatro: uno entregará su vida voluntariamente, otro será sacrificado y los dos restantes recibirán el regalo de la inmortalidad.
 
Un punto de partida muy atractivo que leído hoy va perdiendo interés poco a poco. El libro se publicó en 1972, cuando el país salía de Vietnam y viraba hacia posiciones políticas conservadoras. La homosexualidad y el desafío a una determinada moral impregnan todo el libro, que quedó finalista en el Hugo, el Locus y el Nebula y que seguramente levantó polémica en su momento.
 
En cualquier caso, entretenido y bien contado.

El director es la estrella II

 

El director es la estrella II

Peter Bogdanovich

 
Segundo y último libro de las entrevistas de Bogdanovich a algunos de los grandes directores de cine de ayer, hoy y siempre. O, al menos, esa es la idea, porque esta segunda entrega es muy deslucida comparada con la anterior.
 
A fin de cuentas, Edgar Ulmer, Joseph Lewis o Frank Tashlin pueden ser señores muy simpáticos, pero sus películas ni siquiera interesaron cuando se estrenaron. Las entrevistas de Aldrich y Lumet son muy breves y la de Don Siegel se hizo antes de que filmara la parte más conocida de su obra.
 
La frescura de Cukor, la perspicacia de Preminger y el mundo frenético de Chuck Jones son lo único que merece realmente la pena.

El legado de los espías

 

El legado de los espías

John Le Carré

 
Según Frederick Forsyth, los últimos libros de su compatriota fueron cayendo en la complacencia y la repetición; pero leyendo este, de 2017, no da esa sensación para nada; más bien parece que el último Forsyth palidece ante el último Le Carré.
 
Aquí un viejo espía sale de su retiro ante la inminencia de una demanda judicial que podría reflotar episodios poco memorables del Servicio. Viejas glorias, nuevos tiempos y el factor humano permeando las decisiones del presente y el pasado.
 
Absorbente y milimétricamente construido.

La sabiduría de las multitudes

 

La sabiduría de las multitudes

Joe Abercrombie

 
Y así acaba la segunda ronda que se inició hace muchos años con el Primero de los Magos fundando la Unión para extender la civilización por el mundo, y que termina en esta tenebrosa entrega con la Unión hecha pedazos por sus propios ciudadanos para volver a ser fundada con mano de hierro por los que fueron sus héroes. Pero Bayaz no se conforma y sigue tejiendo y tejiendo.
 
De los seis libros, este es el más oscuro y sucio. Abercrombie ha refinado su brutalidad. Ojalá escriba más.

Inventario de algunas cosas perdidas

 

Inventario de algunas cosas perdidas

Judith Schalansky

 
Un libro bello y singular. Bello por el contenido literario y por su diseño (realizado por la propia autora) y singular porque parece una vuelta de tuerca a las elaboraciones que inventaba Borges, pero a la vez parece algo diferente.
 
En torno a una serie de objetos y seres desaparecidos, de cuya aparición y desaparición se da cuenta cabal al comienzo de cada capítulo, Schalansky inventa una ficción relacionada con ellos que en ocasiones recrea la época, y otras veces sólo los utiliza para rememorar otros sucesos o estados de ánimo.
 
El tigre del Caspio, Villa Sacchetti, El caballero vestido de azul y El Palacio de la República me han conmovido especialmente.

En el corazón del mar

En el corazón del mar

Nathaniel Philbrick

Durante el siglo XIX la caza de ballenas, y en particular la de cachalotes, se incrementó de forma espectacular. El epicentro de aquella industria fue Nantucket, donde llegaron a amasarse fortunas millonarias. La depredación sobre los cachalotes esquilmó las manadas del Atlántico, lo que obligó a los balleneros a la peligrosa travesía hasta el Pacífico, doblando el Cabo de Hornos a la ida y a la vuelta, en un viaje que podía durar de dos a tres años.

Parece que esta presión cinegética modificó el comportamiento de los cachalotes, que se volvieron más asustadizos y también más agresivos. Hasta que el 20 de noviembre de 1820 sucedió lo impensable y un cachalote hundió el ballenero Essex, lo que dejó a los 21 miembros de la tripulación a 3.700 kilómetros de la costa de Suramérica embarcados en tres lanchas balleneras con provisiones para unos 30 días.

Y esa es la historia que se cuenta aquí. La ordalía de aquellos hombres, hoy ya olvidada, aunque muy conocida en el siglo XIX; la historia en la que se basó Melville para crear su Moby Dick. Un relato de pesadilla, pero también fascinante, que Philbrick narra en tono de crónica periodística. Absorbente.