Longitud
Dava Sobel
Un pequeño ensayo para explicar la solución de uno de los grandes quebraderos de cabeza de la navegación desde el comienzo de los tiempos: el cálculo de la longitud en medio de un océano sin puntos de referencia utilizables. Un problema tan peliagudo que hasta Newton llegó a confesar que tal vez fuera irresoluble. Hasta que un habilidoso, genial y obstinado relojero inglés proporcionó la herramienta necesaria luchando contra sus propios compatriotas.
Lástima la traducción, llena de signos de puntuación mal colocados, giros gramaticales rarísimos y traducciones de nombres propios de lo más exóticas (por el ejemplo, la catedral de St. Paul se convierte en San Paolo).
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