Oppenheimer
Kai Bird & Martin J. Sherwin
Más de veinte años de trabajo coronados con un flamante Pulitzer y llevados a la fama mundial gracias a la adaptación para el cine de Christopher Nolan.
La vida que se cuenta aquí es un auténtico calvario. En lo personal, por un matrimonio lastrado por las complejas personalidades de la pareja y la incapacidad de ambos para relacionarse con sus hijos; y en lo profesional por la huella que dejaron en Oppenheimer las consecuencias de la bomba atómica y las investigaciones a las que se vio sometido por sus antagonistas políticos y científicos. Unos antagonistas ganados a pulso durante años de comentarios hirientes y cierta soberbia, siempre ejercidos hacia colegas cuando consideraba que no estaban a la altura que cabía esperar de ellos.
La injusta y amañada investigación a la que se vio sometido lo marcó para siempre y todos los que lo conocían coincidieron en que lo volvió mucho más amable pero apagó su fuego intelectual y personal. Él, que fue un encantador de personas, alguien que disfrutaba de la fama y del poder, tuvo que conformarse con ser un paria.
Oppenheimer desdibujó su perfil científico rápidamente para convertirse en un gestor y un galvanizador de equipos de trabajo. Paradójicamente, tras el éxito en Los Álamos, quedó coronado en el imaginario popular como el gran científico de su tiempo; alguien que apenas publicó algún artículo relevante y a quien sus profesores y colegas (Pauli, Dirac, Fermi, etc...) veían como una inteligencia privilegiada pero carente de las cualidades necesarias para desarrollar una gran carrera científica.
Brillante, interesado en múltiples áreas del saber, seductor, hiriente, amable, Oppenheimer fue un cúmulo de contradicciones que embrujó a la mayoría de las personas que lo conocieron. Pasó de la gloria al ostracismo, luego a ser rehabilitado y hoy día quizá a un cierto olvido. Esta biografía es un gran análisis de sus logros y también un texto para reflexionar sobre las consecuencias de lo que hacemos.