miércoles, 25 de febrero de 2015

Las Vísperas sicilianas

Las Vísperas sicilianas
Steven Runciman

Otro Runciman. Este se encuadra en el estilo de su “primera época” (el mismo que el de sus dos primero libros de la historia de las Cruzadas), en el que suele evitar los temas transversales y se dedica a la narración de los hechos. Por lo tanto es más descriptivo que explicativo.

Pero siendo el autor quien es, la diversión está asegurada. En el prólogo Sir Steven da lo mejor de sí mismo y en unas pocas páginas recorre, con un estilo contenido, elegante y fluido, la historia de Sicilia desde la Antigüedad hasta la época en la que suceden los hechos que va a narrar. Ahí se detiene y comienza el relato detallado de la lucha por la supremacía en Occidente entre los diversos príncipes medievales, el Papado y el emperador alemán. Cruzadas, excomuniones, matrimonios de conveniencia; todo valía para aplastar política o militarmente al enemigo. Finalmente, un príncipe francés, Carlos de Anjou, con el apoyo del Papa, se hace con la corona de Sicilia y eso desencadenará una escalada de acontecimientos que desembocará en las terribles Vísperas, en las que los sicilianos se alzaron contra su rey y pasaron a cuchillo a todos los franceses que encontraron.

Un elegante capítulo final resume con nitidez la historia que ha sido contada detalladamente en los capítulos anteriores y arroja las conclusiones del autor sobre este hecho histórico. El libro cierra con un epílogo sobre Juan de Prócida, supuesto cerebro gris de la conjura internacional que desembocó en las Vísperas, y al que la leyenda sitúa, con más de setenta años de edad, recorriendo el Mediterráneo con diversos disfraces para urdir el complot; Runciman desmonta el vodevil y, sin restar importancia a la labor del Prócida, pone de relieve la importancia del resto de poderes interesados en la caída de Carlos de Anjou (Aragón, Constantinopla...).

Todo un espectáculo de ensayo.

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