Las Vísperas sicilianas
Steven
Runciman
Otro
Runciman. Este se encuadra en el estilo de su “primera época”
(el mismo que el de sus dos primero libros de la historia de las
Cruzadas), en el que suele evitar los temas transversales y se dedica
a la narración de los hechos. Por lo tanto es más descriptivo que
explicativo.
Pero
siendo el autor quien es, la diversión está asegurada. En el
prólogo Sir Steven da lo mejor de sí mismo y en unas pocas páginas
recorre, con un estilo contenido, elegante y fluido, la historia de
Sicilia desde la Antigüedad hasta la época en la que suceden los
hechos que va a narrar. Ahí se detiene y comienza el relato
detallado de la lucha por la supremacía en Occidente entre los
diversos príncipes medievales, el Papado y el emperador alemán.
Cruzadas, excomuniones, matrimonios de conveniencia; todo valía para
aplastar política o militarmente al enemigo. Finalmente, un príncipe
francés, Carlos de Anjou, con el apoyo del Papa, se hace con la
corona de Sicilia y eso desencadenará una escalada de
acontecimientos que desembocará en las terribles Vísperas, en las
que los sicilianos se alzaron contra su rey y pasaron a cuchillo a
todos los franceses que encontraron.
Un
elegante capítulo final resume con nitidez la historia que ha sido
contada detalladamente en los capítulos anteriores y arroja las
conclusiones del autor sobre este hecho histórico. El libro cierra
con un epílogo sobre Juan de Prócida, supuesto cerebro gris de la
conjura internacional que desembocó en las Vísperas, y al que la
leyenda sitúa, con más de setenta años de edad, recorriendo el
Mediterráneo con diversos disfraces para urdir el complot; Runciman
desmonta el vodevil y, sin restar importancia a la labor del Prócida,
pone de relieve la importancia del resto de poderes interesados en la
caída de Carlos de Anjou (Aragón, Constantinopla...).
Todo
un espectáculo de ensayo.
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