Terra
Nova. Antología de CF contemporánea 3
Varios
autores
Sigue
adelante el proyecto que inició Mariano Villarroel junto a unos
cuantos aficionados entusiastas. Relatos de ciencia ficción de
autores contemporáneos, inéditos en castellano, muchos de ellos
premiados con los grandes galardones del género y vendidos en
formato electrónico a menos de 5€. Y con los beneficios sacan el
siguiente volumen: este año tienen preparados dos nuevos para julio
y, si la jugada les sale bien, otros dos para diciembre. Y luego el
grupo Planeta, para que un libro le resulte “rentable” lo vende
en formato electrónico a más de 15€. En fin.
Abre
fuego Paolo
Bacigalupi con “El jugador”,
un relato de factura profesional, bien acabado, sobre cómo se
elabora, difunde, consume y prioriza la información en la era de las
redes sociales. Le sigue “Mono
no aware” (una
expresión japonesa aunque parezca que es inglés) de Ken Liu,
conmovedor como siempre y enfocando desde el punto de vista emotivo
la diáspora de una parte de la humanidad que huye de una Tierra
destruida. El siguiente relato es el primero que he leído de China
Miéville, del que conocía solo sus novelas. “La
cuerda es el mundo”,
sobre ascensores que conducen hasta hábitats geoestacionarios, me ha
parecido un artefacto inteligente (siempre da la sensación de que a
Miéville le sobran ideas) pero me ha dejado más bien indiferente
después de los relatos que le precedían.
A
continuación encontramos una batería de autores hispanohablantes.
Emilio Bueso plantea en “La
próxima vez que se desate la tormenta sobre nosotros”
un ambiente apocalíptico al que se enfrentan unos ancianos recluidos
en un asilo y desemboca en un extraño final, de total actualidad,
pero que afea un tanto la ambientación helada y fantástica que
había logrado crear al comienzo.
Eduardo
Vaquerizo nos trae un thriller policial y psicológico en el
trepidante “M34”.
Muy interesante también “Prolang”,
en el que Ricardo Montesinos inventa un lenguaje completamente
objetivo que determina el pensamiento de quien lo habla de manera que
logra percibir las estructuras que subyacen bajo la realidad;
alrededor de la idea lingüística se desarrolla el drama de un niño
educado bajo esa forma de pensamiento.
“¿Quién
cuidará de los dioses?”
es obra de Liu Cixin , la gran estrella del género en china que ya
ha dado el salto a las mesas de novedades norteamericanas. Tenía
muchas ganas de conocer alguna obra suya y la verdad es que ha estado
a la altura de las expectativas. Una historia muy original en la que
los dioses necesitan la ayuda de los humanos, contada con aparente
candor y llena de mala leche. No sé cómo se las habrá compuesto
este hombre para poder escribir en China.
“Policía
del karma”
lo firma Jorge Baradit; breve y lleno de humor negro.
En
“La decisión”,
de Paul J. McAuley, visitamos un mundo deshecho, cubierto por al
océano, en el que la tecnología alienígena es solo la excusa para
comprobar que los seres humanos no cambiamos.
“Ánima”
de
Sofía Rhei es un cuento absorbente que describe las relaciones
sentimentales en un mundo en el que la genética está cuidadosamente
controlada y la procreación proscrita. Sorprendente final, casi
policíaco.
Y
Miguel Santander, a quien no había leído nunca, cierra el volumen
con brillantez firmando “La
epopeya de los amantes”,
un relato largo dividido en dos bloques. En el primero se recoge el
contenido de cuatro tablillas acompañadas de la traducción
babilónica de una de ellas y anteriores a cualquier civilización
conocida; las tablillas cuentan en un estilo imperativo, espléndido,
casi declamado, las historia de amor del orgulloso rey Utnapishtim y
la bella Silnin, en contra del deseo de los dioses y del malvado
demonio Nikuba. El segundo bloque es el diario del físico Nikola
Tesla, que recibe las tablillas de manos de un amigo y trabaja en una
nueva máquina que finalmente conectará las dos historias. El único
pero que le encuentro es que la aparición de alguno de los
personajes y sucesos históricos parece un poco forzada (Einstein, el
Titanic y Mark Twain especialmente), aunque no disminuye el disfrute
del relato.
He
aprovechado para repasar las dos entregas anteriores. Cuando leí la
segunda me pareció que bajaba el listón respecto a la que
inauguraba la serie, pero visto el conjunto creo que no es así, que
han sido capaces de mantener el listón. La única diferencia real es
que en el primer volumen estaba Ted Chiang, que en una colección de
relatos es lo equivalente a poner a jugar a Messi y a Cristiano en el
mismo equipo, pero la colección es realmente brillante.
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