domingo, 2 de abril de 2017

Troya y Homero

Troya y Homero
Joachim Latacz

“La pregunta que constituye el núcleo de esta investigación se puede dividir en cuatro partes: 1) ¿Es la colina de los Dardanelos, donde se excava desde hace ciento treinta años, realmente la misma de aquella ‘Troya’ que Homero presenta como lugar de la acción en su epopeya? 2) Si es así, ¿qué aspecto tenía la Troya histórica, cuando aún existía y no había sido entregada a las llamas? 3) ¿Cómo pudo llegar el conocimiento de esa Troya histórica y su caída, a través de cuatrocientos cincuenta años, hasta el poeta griego Homero? 4) Si eso fuese posible y si el peregrinaje de ese conocimiento se puede reconstruir, ¿hasta qué punto podemos utilizar el poema de Homero, la Ilíada, como fuente de información sobre la Troya histórica?”

No hay mejor resumen que el que el propio Latacz hace en la introducción. La respuesta a esas preguntas es lo que busca responder en el ensayo, utilizando para ello los resultados arqueológicos, las investigaciones lingüísticas y las fuentes históricas conocidas.

La primera parte del libro está dedicada a la ciudad de Troya, a su conocimiento histórico, dejando al margen la cuestión homérica. Latacz establece la historicidad del lugar, su sumisión al imperio hitita durante más de 500 años y su ubicación exacta. La argumentación en este bloque se sustenta sobre todo en fuentes arqueológicas.

La segunda parte se centra en la obra de Homero. Troya desapareció hacia 950 a.C. y Homero vivió en siglo siguiente; el mismo en el que los griegos adoptaron el alfabeto fenicio tras haber perdido la escritura con la desaparición de la Grecia micénica. Los sucesos descritos en la Ilíada sucedieron al menos 500 años antes de la vida del poeta por lo que esos acontecimientos, a efectos de sus contemporáneos, en una época en la que no existía el registro histórico y las narraciones como la Ilíada se transmitían por tradición oral, se referían a la prehistoria de los oyentes. Esta parte es la más compleja del ensayo y en ocasiones cuesta hacerse con los argumentos de Latacz, ya que a las fuentes arqueológicas se unen consideraciones lingüísticas (fonética, métrica, comparaciones entre diferentes lenguas de la Antigüedad) con las que no solemos estar familiarizados.

La conclusión final es que el marco de la Ilíada (el conflicto entre los griegos y la ciudad de Troya, con su catálogo de naves, la ubicación del enemigo, los héroes) es una historia creada, probablemente a partir de sucesos históricos, en la época micénica, transmitida por aedos de forma oral y recogida por Homero en su forma escrita (por primera vez en la historia) y empleada por el poeta para narrar lo que le interesa a él, que es el enfrentamiento entre Aquiles y Agamenón (la Ilíada transcurre en solo 51 días entre el noveno y décimo año de guerra contra Troya).

Un libro para mí sorprendente. En primer lugar por la enorme cantidad de información que puede llegar a obtenerse del estudio formal de una obra literaria; y en segundo lugar por las conclusiones… parece que a Homero hay que tomarlo en serio y no como una fábula. Un libro muy enriquecedor.

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