jueves, 15 de junio de 2017

Repertorio de vituperios musicales

Repertorio de vituperios musicales
Nicola Slonimsky

«La Segunda sinfonía de Beethoven es un monstruo de mal gusto, un dragón herido que se retuerce abominablemente y se niega a expirar, y aunque en el Finale sangra, reparte golpes furiosos a diestra y siniestra con la cola erecta.»

«Como la mayor parte de la música de este compositor, la Tercera sinfonía de Brahms es exasperantemente seca, reflexiva y fría. No hemos podido comprender el Finale, y la pieza concluye de un modo tranquilo y mediocre que se crea un anticlímax tras el escándalo y el ruido precedentes.»

«El Réquiem de Brahms no proporciona el verdadero placer que ofrecen los funerales; es tan execrable y pesadamente aburrido que incluso el funeral más soso que pueda concebirse parecería un ballet, o al menos una danza macabra, al su lado.» (George Bernard Shaw)

«Los enigmas que nos plantea Bruckner son oscuros. Los fantasmas tonales están demasiado locos: es como si una manada de lobos celebrara una reunión la Noche de Walpurgis y aullara salvajemente correteando de un lado para otro. Si en el futuro resulta placentera una obra musical tan caótica, con sus sonidos reverberando desde cien colinas, deseamos que el futuro esté muy lejos de nosotros.»

«El mar es persistentemente feo. Es prosaico, reitera fórmulas inertes. Debussy no logra evocar en el oyente una impresión del mar. Más que ninguna otra cosa, lo que se oye son los graznidos de un corral.» (The New York Times en el estreno neoyorquino de la obra)

«Nos vimos aquejados por los Preludios, poema sinfónico del desgraciado de Liszt. Hicieron que me rechinaran los dientes.» (Diario de George Templeton Strong, 4 de mayo de 1867)

«Mussorgsky es un individuo muy limitado sin ningún deseo de educarse y con una fe ciega en las teorías disparatadas de su círculo y su propio genio. Además, tiene un carácter ruin, grosero, tosco y basto. Es justo lo contrario de su amigo Ciu, que no vuela a gran altura pero siempre hace gala de su elegancia y sus buenos modales. Mussorgsky, por el contrario, alardea de su analfabetismo y está orgulloso de su ignorancia. Por lo tanto, hace las cosas apresuradamente y no se preocupa por los resultados. ¡Un espectáculo lamentable!» (Tchaikovsky)

«Escuchar un programa dedicado por entero a las obras de Ravel es como observar a algún enano o pigmeo que hiciera cosas ingeniosas pero muy pequeñas y con muy escaso alcance. Además, la sangre fría casi reptiliana, que sospechamos que ha sido cultivada conscientemente, de la mayor parte de la música del señor Ravel resulta casi repulsiva cuando esta se escucha en grandes cantidades; incluso sus elementos más bellos son como las marcas de la piel de las serpientes y los lagartos.» (The Times, 28 de abril de 1924)

«Rimsky-Korsakov comanda la extrema izquierda de la joven escuela rusa. Por desgracia, ya no tengo en la memoria el contenido de este relato procedente de Las mil y una noches, por lo que no puedo decir con certeza lo que recuerda el príncipe Kalender, ni por qué hay un festival en Bagdad. Como casi todos los oyentes se encontraban en la misma situación, la expresión de sus rostros indicaba el estado de nerviosismo e incertidumbre en relación con lo que se estaba interpretando ante ellos.» (Eduard Hanslick, 1897)

«Debo rechazar completamente las cinco piezas orquestales del año 1909. Ver a Schoenberg dirigiendo esa música de gatos locos y espoleando a los intérpretes con una expresión de éxtasis o de desesperación en el rostro es un espectáculo tragicómico. Estos sonidos conjuran visiones horribles y amenazan con apariciones monstruosas. ¡No hay en ellos nada de alegría ni de luz, nada que indique que la vida vale la pena! ¡Qué desgraciados serán nuestros descendientes si Schoenberg, ese hombre triste y sombrío, llega a ser alguna vez el modo de expresión de su época! ¿¿¿Acaso esto está destinado a ser el arte del futuro???» (Hugo Leichtentritt, 7 de febrero de 1912)

«Tras oír Ionización de Varèse, estoy deseando que escuche mi composición orquestada para dos fogones y un fregadero. La he titulado Sinfonía del golpetazo y describe la desintegración de una patata irlandesa bajo la influencia de un potente pulverizador.» (Postal recibida por Slonimsky tras dirigir Ionización el 16 de julio de 1933)

«Rigoletto es la obra más pobre de Verdi. Carece de melodía. Esta ópera tiene escasas posibilidades de pasar a formar parte del repertorio.» (Gaceta musical de París, 22 de mayo de 1853)

«Evidentemente, Wagner está loco» (Berlioz, en una carta de 5 de marzo de 1861)

«Entonces vino la introducción a la ópera Lohengrin de Wagner. Escuché su movimiento inicial durante un ensayo, hace dos semanas, supuse que se trataba de la obertura del Carnaval de Hector Berlioz e inferí que Hector Berlioz estaba experimentando con un nuevo método mecánico. Fui injusto con Berlioz. Esta introducción era tan mala como la peor de sus obras y muchísimo menos entretenida. Wagner escribe como un cerdo borracho, y Berlioz como un chimpancé levemente entonado.» (George Templeton, 15 de diciembre de 1866)

«Este Wagner no tiene piedad; te clava el clavo en la cabeza lentamente con grandes golpes de martillo.» (de una conversación entre el público en el estreno parisino de Tannhäuser, 1867)

Y así durante 300 páginas. Al final hay un índice de vituperados y vituperadores y otro de vituperios con la lista de vituperados afectados. El recopilador de los vituperios ha sido, a su vez, vituperado por algún comentarista por no recoger vituperios vertidos contra compositores amigos suyos. ¡Divertidísimo!

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