lunes, 21 de septiembre de 2020

Expiación

 

Expiación
Ian McEwan

McEwan es para mí, como otros grandes contemporáneos, un absoluto desconocido. Cuando se mencionaba el título de esta novela sólo recordaba la cara de Keira Knightley en la foto de promoción de la película basada en ella, que tampoco he visto. Sin embargo, en las recomendaciones de grandes lecturas para la pandemia no dejaba de aparecer este título, así que me puse con ello sin saber siquiera de qué trataba.

Y desde luego ha merecido la pena. Desde la primera línea la escritura es primorosa, casi delicada, de una sensibilidad exquisita para sintonizar los estados de ánimo de cada personaje. La primera parte comienza con un encuentro familiar y consigue generar interés sin contar nada especialmente interesante. Durante la reunión sucede algo que tuerce las vidas de varios personajes y que me hizo temer lo peor; parecía que íbamos a un culebrón televisivo. Pero no. En la segunda parte recorremos el camino a Dunkerque con las tropas británicas en retirada; el lodo, el hambre, la sed, la bestialidad del hombre; todo ya sabido pero renovado con el barniz de la buena literatura. Y en la tercera parte se abrocha la trama.

Dicho así parece más de lo de siempre pero no lo es. Es una novela prodigiosa gracias al estilo con que está narrada. Un clásico moderno. Una maravilla.

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