lunes, 7 de diciembre de 2020

El Dios Tullido

El Dios Tullido
Steven Erikson

Y muchos años después, por fin se termina el camino. Décima y última entrega de Malaz. El resultado es satisfactorio por magnitud y por las sensaciones que proporciona, aunque es un libro en la línea de los últimos de la saga; Erikson opta en la mayoría de los capítulos (que no son cortos) por micro intervenciones de personajes y grupos de personajes, lo que para mi gusto le resta fuelle a la acción; además, al ser el último libro, parece que se ha sentido obligado a que todos lo protagonistas (que han sido centenares) tengan como mínimo una breve aparición. A eso hay que añadir que, por supuesto, y como ya se sabía casi desde el comienzo, iba a ser imposible que se explicaran todos los misterios… suponiendo que el propio Erikson, que ha terminado dando la sensación de haberse visto superado por la escala de la historia que ha construido, tenga una idea clara de los motivos y orígenes de algunos de sus personajes.

A pesar de los pesares, Erikson sigue proporcionando lo que se empeñó en ofrecer desde el comienzo: sentido de la maravilla y una historia a escala colosal. ¿Quién no querría ser un Abrasapuentes, tener un amigo como Ben el Rápido o ver un dragón? Ha merecido la pena. Da pena que se haya terminado. Y chapó para Ediciones B, que ha hecho la hazaña de retomar desde el comienzo una saga abandonada justo a la mitad por otra editorial y llevarla hasta el final.

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