Contrato con Dios
Contrato con Dios
Will Eisner
Tras la muerte de su hija por
leucemia, Eisner, que ya había sido pionero en muchas cosas con “The Spirit”,
se sumió en la depresión, el silencio y la reflexión durante ocho años. El
dolor y la búsqueda de explicaciones lo condujeron a dibujar “Contrato con
Dios”, cuyo protagonista es un judío devoto que pierde a su hija. Dibujado
en blanco y negro y tintado en bellos tonos sepias, aunque en sí mismo no
supuso ninguna revolución técnica, sí llevó al cómic (hasta entonces entendido
como un producto para adolescentes) una temática nueva, más relacionada con el
interior de las personas que con la acción externa. Fue el propio Eisner, que lo
concibió como un proyecto personal y que no encontró editores que lo aceptaran,
quien comercializó la serie. Con poco éxito económico, aunque con bastante
impacto entre los profesionales del género. Finalmente, iría encontrando su
público y convirtiéndose en una especie de obra fundacional de la novela
gráfica.
“Ansia de vivir” y “La
Avenida Dropsie” son historias independientes todas ellas, pero concebidas
en torno a los mismos temas: cómo actuamos las personas y por qué lo hacemos
así. En “Ansia de vivir” las vidas de desconocidos se enlazan como en un
ballet y “La Avenida Dropsie” es un prodigioso tour de forcé a lo largo
del tiempo en el mismo espacio.
Bellísimo y conmovedor.
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