miércoles, 7 de diciembre de 2011

El diablo en un bosque

El diablo en un bosque
Gene Wolfe

El relato comienza con un pequeño prólogo ajeno a la historia propiamente dicha que Gene Wolfe utiliza para ponernos en situación y darnos un punto de vista externo sobre los protagonistas de la novela: un pequeño grupo de aldeanos que habitan un olvidado poblado rodeado de bosques. El herrero, el carpintero, el abate, el posadero y su hija, el tejedor y su aprendiz Mark (el protagonista de la historia) por un lado. La vieja y misteriosa Madre Cloot, el bandido Wat y su compinche Gil por otro.

Es un libro típico del estilo Wolfe: críptico, con elipsis en el argumento y en el que el lector desconoce casi tantas cosas como los protagonistas de la narración, aunque esas características están más suavizadas en esta novela que en otras del mismo autor. La historia puede interpretarse desde varios puntos de vista, dependiendo de la empatía que se sienta por unos u otros personajes (el racionalismo del abate, el pragmatismo del posadero, las dudas y supersticiones de Mark que se mezclan con la observación analítica...).

Los fenómenos sobrenaturales se presentan, como siempre pasa con Gene Wolfe, de un modo sorprendentemente verosímil: siempre queda la duda de si el fenómeno es real o se debe a la sugestión producida sobre el personaje que lo observa. El argumento está fabricado a conciencia, complicándose conforme progresa la acción. El noveno capítulo es una especie de punto de inflexión y no desvelaré nada más.

Altamente recomendable y quizá la mejor opción para quien desee adentrarse en los libros de Gene Wolfe y poder conocer así al Autarca del Sol Largo o al desmemoriado soldado Latro.  

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