Las partículas elementales
Michel Houllebecq
De nuevo el gran autor
francés nos enfrenta a la soledad que asedia al ser humano aún
estando rodeado de semejantes. Lo hace con la misma precisión y
economía de medios que despliega en su prosa. Imagino que un
entomólogo contemplará del mismo modo a los seres que estudia.
En esta ocasión la
historia se trenza en torno a la vida de dos hermanastros. El modo en
que Houllebecq nos los presenta como tales y detalla los vínculos
familiares de ambos es sutil, original y excitante: invita a seguir
leyendo, a querer conocer más. El retrato de sus (nuestras) vidas es
demoledor. No hay espacio para la indulgencia. Houllebecq es un Juez.
Implacable.
Aunque este blog lo hago
para mí, procuro poner cuidado en no desvelar los argumentos por si
alguien llega hasta esta página a través del azar de internet. Así
que no añadiré más pero si alguien quiere recorrer algunos de los
senderos del corazón de los hombres, en este libro tiene un guía.
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