lunes, 16 de abril de 2012

La mano izquierda de la oscuridad


La mano izquierda de la oscuridad
Ursula K. Le Guin

Una vez más el protagonista se haya sitiado. Tanto por el propio planeta (Invierno, cuya climatología hace honor a su nombre) como por los habitantes del mismo y su sociedad, costumbres y rivalidades políticas. En esta ocasión se trata de un destino deseado, de una misión para la que el protagonista se ha ofrecido voluntario.

En Invierno encuentra una sociedad cuyo rasgo más característico es que sus habitantes son hermafroditas. Su género es elegido a voluntad y su actividad sexual pasa por un período activo seguido de otro de saciedad.

Las impresiones del protagonista y las de su principal contacto entre sus habitantes, junto a mitos locales y anotaciones de visitantes pretéritos forman el mosaico que nos sirve para entender el punto de vista de cada faceta implicada en la historia.

De nuevo la principal preocupación de Le Guin son los seres humanos, sus anhelos, los conflictos que surgen entre ellos (debidos a la ambición, al intento de alcanzar las metas propias, a las diferencias que existen entre unos y otros) y los distintos modos de abordar su solución. Sin dedicarse en ningún momento a describir Invierno la autora consigue, de modo indirecto, que nos sintamos inmersos en ese hipotético mundo y el complejo concepto que tienen sus habitantes de las relaciones personales.

Creo que es su mejor novela. Y en alguien que ha escrito unas cuantas muy buenas, eso es mucho decir. Fascina, conmueve e invita a la reflexión.

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