La carretera
Cormac McCarthy
En algún momento la
tierra fue devastada por el fuego. No sabemos la causa pero todo lo
que queda ahora es un páramo cubierto por la ceniza en el que se
yerguen los restos fósiles de la civilización. No crece nada. El
agua no es pura. No hay animales. Solo sobreviven unos desarrapados y
miserables despojos que antes fueron seres humanos.
Con párrafos cortos,
secos y afilados McCarthy desgrana la ordalía de un padre y su hijo
(seres anónimos de los que solo conocemos su vínculo: ni nombres,
ni rasgos físicos. Nada) a través de esta Laguna Estigia en la que
se ha convertido la Tierra.
Una novela implacable y
devastadora. La próxima lectura tendrá que ser más desenfadada.
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