El
canto de las sirenas
Eugenio
Trías
Cuando
compré este libro leí el prólogo y el propio Trías reconocía en
él que, para poder hacer el libro, había necesitado aprender
música. Esto me alejó de la lectura y hasta ahora no me había
decidido a intentarlo.
Ya
desde el primero de los ensayos, el de Monteverdi, queda claro que en
realidad la música es una especie de excusa o hilo argumental,
porque Trías se ocupa de infinidad de temas, muchos de ellos sacados
a colación sin que en mi opinión tengan mucho que ver con
cuestiones musicales. Por ejemplo, en el caso de Monteverdi, el
grueso del estudio se plantea los diferentes enfoques del mito de
Orfeo en las óperas escritas sobre él, qué partes del mismo se han
utilizado y cuáles no y por qué. No es que esté mal, pero no es el
contenido que yo esperaba cuando compré el libro.
La
tónica dominante en lo que he leído ha sido esa. Absolutamente
insoportable para mí el capítulo de Bach, especialmente filosófico,
y esperanzador el de Haydn, que trata de reivindicar al músico y
explicar el porqué de su olvido, para volver a las andadas con
Mozart. En el capítulo de Bach sale a colación Leibniz (salvo que
fueron contemporáneos yo soy incapaz de encontrar otro motivo para
que aparezca), se nombra su teoría de las “mónadas”... y
ya no nos libramos de ellas ni en Beethoven.
El
capítulo de Beethoven me ha resultado particularmente indigesto, con
las dichosas menciones a Adorno y Thomas Mann y esas opiniones suyas
manidas y nunca argumentadas sobre las imaginarias dificultades del
compositor para construir los finales de sus obras y su hipotética
incapacidad para escribir, en su período intermedio, algún adagio
realmente convincente.
En
fin. Subjetividad sin otro argumento que el de la autoridad y escasa
música en muchas de las páginas. Me ha parecido apto solo para
filósofos. En el peor de los sentidos.
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