martes, 11 de octubre de 2011

Heike Monogatari




Heike Monogatari 
Varios autores

He leído por ahí que “monogatari” es una palabra japonesa que significa, más o menos, “contar cosas”. Lo que se cuenta en este libro es la historia de la lucha por el poder del clan Heike en el Japón medieval. En realidad no se trata de un libro propiamente dicho puesto que esta historia de los Heike pertenece a la tradición oral japonesa: estas historias fueron transmitidas y contadas por los kataribe, una especie de equivalentes a nuestros juglares y trovadores.

Nunca había leído una historia de samuráis y eso fue lo que me atrajo de este título. Sin embargo, esto que me he encontrado no es lo que yo esperaba. Es como si a lo largo de todos los capítulos se contase una y otra vez la misma historia (un noble enamorado, unos monjes guerreros en rebelión, los samuráis defendiendo a su shogun...) con la única variación de los nombres propios y los nombres de castas y facciones. Después de 300 páginas, abrumado por la sensación de repetición y siendo ya incapaz de seguir el continuo fluir de dinastías y nombres propios, he desistido de la lectura (aviso que el libro tiene un índice en el que se describe cada personaje, pero la necesidad de acudir casi permanentemente al mismo fue demasiado para mí).

A pesar de lo dicho, la prosa de la historia es excelente. Así que he decidido retomar el libro de vez en cuando abriéndolo al azar para poder disfrutar de pasajes como este:

En el sonido de la campana del monasterio de Gion resuena la caducidad de todas las cosas. En el color siempre cambiante del arbusto de shara se recuerda la ley terrenal de que toda gloria encuentra su final. Como el sueño de una noche de primavera, así de fugaz es el poder del orgulloso. Como el polvo que dispersa el viento, así los fuertes desaparecen de la faz de tierra.


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